En las últimas horas, se hizo pública una convocatoria para pedir "justicia por Agus y Tania", las dos víctimas fatales del siniestro vial que protagonizó Agustín David López Gagliasso (20), el conductor del 206 gris que el pasado martes atropelló a 120 kilómetros por hora y mató a una mujer y a su hija –e hirió a otra hija, de 6 años–.

"La ciudad de Rosario acompaña, apoya y exige justicia por ellas", reza el texto de la invitación. Y sugiere: "Llevá tu cartel y una vela". 

La marcha se realizará en el mismo sitio del siniestro, en Roca y el Río, desde las 19 del lunes: "Estamos hartos de la impunidad en nuestra ciudad", expresan.

"Por la familia García de Córdoba y porque podríamos haber sido nosotros, por favor tomen conciencia. No puede ser una historia que olvidemos en una semana"; apuntó una de las organizadoras en TikTok.

Si bien el protagonista del siniestro ya fue imputado, la presión social busca una condena ejemplificadora para López Gagliasso. 

Las fiscales Mariana Prunotto y Valeria Piazza Iglesias le atribuyeron haber mantenido un “altercado” con un motociclista en el túnel Arturo Illia, haber hecho maniobras de sobrepaso a otros vehículos y haber perdido el control del auto hasta colisionar con las víctimas y un semáforo en la esquina de Wheelwright y Presidente Roca. 

“Estaba cegado. Yo tenía miedo, pensé que me moría. Me agarré fuerte. No sentí el impacto. Salí sola del auto, me vi llena de sangre. Me dolía todo, al principio no podía caminar, tenía vidrios pegados en la cara. Pedí ayuda. Agustín siempre estuvo enfocado en seguir a la moto, estaba en la suya, no le importó nada, ni si yo me moría o si chocaba con otros autos. Un inconsciente”, dijo Giovanna, quien lo acompañaba, al declarar ante la justicia.

La acompañante del responsable del siniestro dio detalles escalofriantes de cómo ocurrió el hecho: "Agarró Circunvalación, luego Belgrano. Casi llegando al Monumento le pregunté por qué calle iba a agarrar y me dijo que por Avellaneda. Siguió, pasó por el Monumento, cuando llegamos al túnel se escucha una moto, por el ruido fuerte. Nos pasa y él (Agustín) grita: «negro de mierda, forro, la concha de tu madre». Lo gritó con el vidrio bajo, asomado por la ventana. Esto fue a mitad del túnel, más o menos”.

Y añadió: “La moto se quedó haciendo zigzag entre los autos, a más baja velocidad”. “Por el lado derecho iba una ambulancia y autos detrás de ella. La moto era grande, creo que sin patente, de color negra. La persona que la manejaba era robusta. Iba muy rápido. Le pedí a Agustín que dejara de insultar y le dije «Basta, no pelees. Dejalo ahí». Veo que no me mira, no me presta atención y acelera con toda”.

Hasta el intendente de la ciudad, Pablo Javkin, se refirió el pasado viernes al trágico siniestro vial que tuvo lugar en plena costanera central. El mandatario también aseguró que la pena debe ser “ejemplar” y pidió que sobre él recaiga “el máximo castigo posible”.

Desde la Agencia Provincial de Seguridad Vial (ASPV) insistieron en la necesidad de que los jueces de Faltas empiecen a aplicar penas máximas cuando la situación lo amerite y reconocieron la necesidad de trabajar en un sistema de alerta para “identificar a los conductores temerarios”.

“La licencia de conducir es un bien que te da el Estado a partir del cumplimiento de ciertos requisitos. Así como te da la licencia, tanto la APSV como los jueces intervinientes pueden suspenderla. Dependiendo de la gravedad de la falta, las penas pueden ir por una inhabilitación de entre un mes y dos años”, explicó en El Contestador (Radio 2) el director del Observatorio Vial de la Agencia, Sebastián Kelman.