El trágico siniestro vial ocurrido el martes por la noche en la zona de Roca y el río dejó en evidencia una serie de falencias en el sistema sancionatorio a los conductores que cometen infracciones graves. Desde la Agencia Provincial de Seguridad Vial (ASPV) insistieron en la necesidad de que los jueces de Faltas empiecen a aplicar penas máximas cuando la situación lo amerite y reconocieron la necesidad de trabajar en un sistema de alerta para “identificar a los conductores temerarios”.

“La licencia de conducir es un bien que te da el Estado a partir del cumplimiento de ciertos requisitos. Así como te da la licencia, tanto la APSV como los jueces intervinientes pueden suspenderla. Dependiendo de la gravedad de la falta, las penas pueden ir por una inhabilitación de entre un mes y dos años”, explicó en El Contestador (Radio 2) el director del Observatorio Vial de la Agencia, Sebastián Kelman.

En este caso puntual, Agustín López, quien conducía a más de 120 km/h el Peugeot 206 que atropelló y mató a Tania Gandolfi (41) y Agustina García (16), e hirió de gravedad a Victoria de 6 años, ya contaba con un prontuario de multas graves.

La más resonante fue un examen de alcoholemia positiva en 2023 por el que tuvo suspendida su licencia de conducir durante un mes. Además, de acuerdo al sistema de infracciones de la Municipalidad de Rosario, el auto que conducía López tiene otras once infracciones cometidas en los últimos dos años.

De ese total, tres fueron por cruzar semáforos en rojo, tres por circular a una velocidad mayor a la permitida, cuatro por invadir el carril exclusivo y una por estacionamiento medido. Todas se cometieron a partir del 2023, año que coincide con el momento en el que López sacó su registro de conducir.

“A esta persona en 2023 por una alcoholemia de 0.92 g/l se le quitó el carnet de conducir por un mes. El juez de Faltas si quería, tenía la libertad de darle hasta dos años”, reconoció. “Pero además después siguió cometiendo faltas, entonces cuando el juez le envía esas infracciones, más allá de que sea pecuniaria, tiene toda la posibilidad de aplicar penas máximas”, explicó.

Sobre esos antecedentes es desde donde se paran desde la APSV para remarcar la importancia de que los jueces de Faltas analicen con mayor rigor no solo las infracciones cometidas, sino que también los antecedentes. “Es el juez de faltas quien debería, según el prontuario y los antecedentes de tránsito, evaluar y darle la pena mínima o la pena máxima”, sostuvo Kelman.

“En la capacitación que hicimos con 95 jueces en noviembre justamente el pedido fue que tengan un análisis crítico de cada infracción. Usar el Código de Faltas con todo el peso de la ley con penalidades máximas que es la herramienta que tenemos de darles más efecto a la pena y que no sea tan sencillo volver a conducir o pagar el monto de la multa”, detalló. 

Consultado sobre si existe algún mecanismo que advierta cuando conductores principiantes cometen faltas graves o cuando cualquier automovilista tiene una seguidilla de infracciones de este tipo, Kelman reconoció que eso aún está pendiente. 

“Tenemos que seguir trabajando para generar esta alerta y detectar a estos conductores temerarios que tienen un patrón de conducta. Si tenés dos multas por exceso de velocidad, tenés alcoholemia positiva, tenés semáforo en rojo, está el patrón de una persona que no tiene apego por la norma y utiliza el vehículo de una manera sumamente peligrosa”, reflexionó.

Después del siniestro fatal, la APSV le suspendió de forma provisoria el registro a López y ahora la duración del impedimento para conducir ya no correrá por cuenta del tribunal de faltas. “Es el juez que interviene en la causa quien además de la pena que le dé también le aplique una sanción en el carnet de conducir”, aclaró Kelman.

El referente del Observatorio Vial destacó el proyecto ingresado en el Congreso de la Nación que busca evaluar los siniestros de tránsito bajo el Código Penal y no solo como faltas administrativas, algo que en Rosario viene ocurriendo. “Hace unos años, el que mataba al volante no iba preso. Hoy eso está cambiando, gracias a una fiscalía especializada en siniestros viales y un trabajo más riguroso”, señaló.

Finalmente, enfatizó la necesidad de una acción más preventiva: “Hay que implementar alertas que detecten patrones de conducta peligrosa y actúen antes de que sea tarde. El objetivo es claro: sacar a esos conductores temerarios de la calle y prevenir tragedias”.