El Gobierno de Rusia advirtió que las potencias occidentales "juegan con fuego" al asistir a Ucrania en medio de la guerra que sigue en curso sobre el territorio del país de Europa Oriental. La amenaza llegó de parte del ministro ruso de Asuntos Exteriores Serguéi Lavrov, luego de que Estados Unidos autorizara futuras entregas de aviones de combate F-16 para las fuerzas ucranianas.

"Es jugar con fuego. No cabe ninguna duda", declaró Lavrov en una entrevista en la televisión rusa, según se ve en un extracto de dicha nota que fue difundido en las redes sociales del periodista que lo entrevistó.

"Es una escalada inaceptable llevada a cabo por Washington, Londres y sus satélites dentro de la UE (Unión Europea) que quieren debilitar a Rusia", agregó el funcionario del Kremlin.

Según él, a través del suministro de armamento moderno a Kiev, los occidentales quieren "infligir (a Moscú) una derrota estratégica" y "desmembrar" Rusia.

Las amenazas rusas son continuas desde que Putin lanzó su invasión el 24 de febrero de 2022.

Aunque los aliados de Kiev se habían negado durante más de un año a suministrar aviones de combate al ejército ucraniano por temor a una escalada del conflicto, finalmente Estados Unidos autorizó el 19 de mayo la entrega de estos F-S16.

Esto representa un punto de inflexión importante en el apoyo occidental a Ucrania, cuyo presidente, Volodymyr Zelensky, calificó la decisión de "histórica".

Antes de la entrega de estos F-16, fabricados en Estados Unidos, los pilotos ucranianos deben ser previamente entrenados durante varios meses para aprender a manejarlos.

Ucrania deseaba disponer de estos aviones occidentales para contrarrestar la potencia aérea rusa, en momentos en que Kiev dice estar terminando los preparativos de una contraofensiva.

Según el presidente estadounidense Joe Biden, Zelensky le "aseguró categóricamente" que estos aviones de combate no atacarían el territorio ruso, condición para que las potencias occidentales envíen equipos a Ucrania.

Volodymyr Zelensky calificó como "histórica" la decisión de EE. UU. de enviar aviones F-16 a Ucrania.

Ucrania, además, cuenta con el apoyo total de Polonia y Eslovaquia, que han enviado sus cazas MiG-29 de fabricación soviética.

Las amenazas rusas son continuas desde que Putin lanzó su invasión el 24 de febrero de 2022. Días atrás, el mandatario ruso anunció que desplegará armas nucleares en Bielorrusia, profundizando el uso indiscriminado del territorio de la antigua república soviética gobernada por su aliado, el dictador Lukashenko.

Secuestro de niños ucranianos

El expresidente y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvedev, delcaró semanas atrás que era "completamente imaginable" un ataque de precisión con un misil ruso contra la sede la Corte Penal Internacional (CPI).

La amenaza contra el Tribunal de La Haya llegó luego de que la corte ordenara el arresto del propio Putin por el secuestro de miles de niños ucranianos.

Además, la corte de La Haya ha señalado también como prófuga a la principal responsable de los derechos de la infancia en Rusia, Maria Lvova-Belova, en ambos casos como sospechosos de la deportación forzada de niños ucranianos en zonas ocupadas del este del país.

"Ucrania puede desaparecer del mapa mundial", es la frase que más repite Medvedev cuando quiere imponer la narrativa rusa en los medios locales e internacionales.