Desde el lunes pasado El Tres emite la serie Iosi, el espía arrepentido a las 23, y con motivo de conocer más de cerca la historia real en que fue basada esa serie, Rosario3 entrevistó a la periodista y defensora del Público Miriam Lewin, coautora del libro homónimo. Trata sobre la vida del espía de la Policía Federal que tuvo una doble vida durante 15 años y cuya información brindada fue clave para que se consumaran los atentados a la Embajada de Israel y a la Amia.

Lanzado en 2015 con la editora Sudamericana, el libro de Lewin y de su colega Horacio Lutzky basa su contenido en la historia que les contó José Péres (Iosi) durante varias entrevistas a lo largo de los años, con una narrativa escrita en un canon de tres voces, con ellos como protagonistas en el narrador.

“Cuando salió en diciembre de ese año, no habían pasado cuatro días que Daniel Burman lo leyó y nos dijo que quería realizar una serie con esta historia”, recordó Lewin sobre cómo inició el proyecto de esta serie que viene cosechando nominaciones en premios mundiales y que este abril comenzó a emitirse en la pantalla chica, cuando se cumplen nada menos que 30 años de la voladura de la Amia, el peor atentado terrorista en la historia argentina, en el que murieron 85 personas y hubo 300 heridos.

En un diálogo telefónico, la periodista de investigación apreció en torno a esta causa que “a pesar de que el espía se sumó como testigo protegido en 2014, la Justicia no hizo nada con lo que aportó y lo que nosotros investigamos”.

Para Lewin, “Iosi es el que tiene la llave para investigar la conexión local”. Consultada sobre por qué considera esto, se explayó: “Es quien puede brindar la información que no fue profundizada cuando los empleados del fiscal de UFI Amia, Alberto Nisman, lo entrevistaron (Nisman nunca lo entrevistó en persona)".

"Si queremos saber a ciencia cierta, quiénes fueron desde un país extranjero los que planificaron el ataque, lo primero que deberíamos hacer es ver quiénes fueron parte de la conexión local que propiciaron el atentado”, señaló y resaltó de este modo algo que se vislumbra a lo largo de su libro, tanto en los relatos de Iosi como en los de Lutzky (periodista que desde el principio estuvo atento al caso Amia): “Hay una extraña coincidencia entre Amia y Embajada de Israel, que es la ausencia de efectivos de la Policía Federal en el momento de los atentados, que debían estar custodiando. Una vez puede ser casualidad, pero dos ya es un indicio”.

Recordó entonces que, en una parte del libro, Iosi cuenta que en un asado coincidió con otro agente federal que estuvo en el escenario del atentado: “Cuando le preguntó cómo pudo sobrevivir, le respondió lisa y llanamente «me avisaron que me fuera». Como dice el personaje Ganón en la serie, alguien sabía”.

Lewin es caracterizada por la reconocida actriz Mercedes Morán, quien forma parte de un elenco destacado junto a Natalia Oreiro, Gustavo Bassani, Alejandro Awada, Carla Quevedo, Minerva Casero, Juan Leyrado, Marco Antonio Caponi y Daniel Kuzniecka. A lo largo de la filmación tanto Lewin como Lutzky participaron como consultores, ya que si bien en la serie hay cambios que requiere la ficción, se respetó que nada modificara el punto de vista de los autores.

“Colaboramos con los guionistas, Daniel Burman y Sebastián Borenstein como asesores, porque el tema es tan delicado que por contrato teníamos hasta el derecho a objetar si no concordábamos con algo. Por ejemplo, en la primera reunión con Iosi, Mercedes llevó a un acompañante y eso no me pareció creíble. Si te reunís con un espía y le caés con alguien, es obvio que el espía se va a esfumar”.

Consultada sobre cómo fue la experiencia de ser representada en esta serie, Lewin lanzó: “Me pareció muy bien el personaje de Mercedes Morán haciendo de mí, si bien ese personaje era una rescatista de perros nada que ver a mi persona”. Y luego apreció: “Fue divertido ir viendo ese juego de adivinanzas donde, al aparecer cada personaje estábamos dilucidando si Awada era Rubén Beraja o quién”.

En comparación con su propio libro, indicó que “la serie tiene mucha más violencia y escenas de sexo, por lógica del lenguaje audiovisual" pero que "se respetó totalmente el espíritu y nuestra línea política”.

Advirtió que el protagonista que caracteriza al personaje principal, Gustavo Bazzani, "no se parece a Iosi para nada (que es morocho, de pelo crespo), pero él parece que se había estudiado bien el libro y los rituales judíos, y abordó a Borenstein para convencerlo”.

Reconoció, ya desilusionada, que tuvo la esperanza que con el lanzamiento de la serie en Amazon, e incluso con los reclamos de los actores (Oreiro, Caponi, Awada), se ejerciera mayor presión sobre la Justicia. Más allá de que se avanzó sobre el encubrimiento, se sigue sin saber nada de los instigadores del hecho”, lamentó. 

El fallo actual de Casación, la pista local y el país de nuevo en la mira

A poco de cumplirse 30 años del atentado terrorista a la Amia, el pasado 11 de abril la Cámara Federal de Casación Penal responsabilizó a Irán y a la organización Hezbollah por los dos atentados, confirmó condenas y, en algunos casos, redujo penas en la causa por el encubrimiento, al ex juez José Galeano, los ex fiscales y el ex titular de la Side.

Sobre esto, Lewin apreció que este fallo no resuelve muchas preguntas sobre quiénes planificaron con nombre y apellido, y sobre todo, quiénes lo propiciaron desde Argentina. Lo que se conoce como “la pista local”. Consultada en torno a su mirada del asunto, precisó: “Lo que pensamos en coincidencia con Lutzky es que los presuntos responsables del atentado a Amia varían de acuerdo a cómo varían los intereses políticos de las grandes potencias. Concretamente hablo de Estados Unidos e Israel. En un momento se habló de la pista siria, pero luego fue puesta de lado. Cuando el gobierno de Barack Obama se estaba acercando a Irán, se puso en cuestión la pista iraní”.

Entonces enfatizó: “No nos parece mal que se reconozca sobre los encubrimientos. Lo que decimos es que no se puede descartar ninguna pista. Lo que es evidente es que hubo un encubrimiento y un abandono de la pista siria. Y la pista iraní se fortaleció en consonancia con estos intereses geopolíticos internacionales”.

En tal sentido, Miriam se manifestó escéptica y desencantada de la Justicia: “Es muy frustrante llegar a los 30 años del atentado, que se determinó quiénes encubrieron, pero nunca se profundizó en determinar a quiénes estaban encubriendo. Lo que hay que hacer es tirar de ese hilo porque, evidentemente, sabían quiénes eran los responsables o tenían una seria sospecha de quiénes eran y una mínima prueba”.

Finalmente, tras el fallo reciente y en medio de la escalada de violencia entre Irán e Israel, Lewin criticó la postura del gobierno nacional de apoyo incondicional a Israel: "Nos pone en la mira del terrorismo internacional de un nuevo ataque, cuando no había ninguna necesidad, y había que considerar los dos atentados que padecimos”.

La decisión del libro, la escena bizarra con Stiuso y el estreno de la serie

Consultada sobre cuándo decidieron escribir el libro junto a Lutzky, Lewin dio una una fecha muy concreta: “Cuando Iosi ingresó como testigo en la causa, en el mes de julio de 2014, ahí decidimos que había que escribir toda la historia que conocíamos”.

Fue el propio Iosi quien nos convocó para que lo ayudemos a declarar su verdad –recordó–. Horacio lo entrevistó desde el 2000, y yo me sumé desde el 2002, por lo que fueron entrevistas espaciadas en el tiempo. Mientras buscábamos encontrar alguna entidad que le garantice poder declarar en la causa desde el extranjero para resguardar su vida (porque básicamente su versión es que él pasó información para los atentados sin saberlo a sus jefes de la Policía Federal). Y hasta que se incorporó como testigo protegido, antes no conseguíamos que nadie lo ayude. Probamos con el Centro Simón Wiesenthal, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en Washington, la entonces primera dama y senadora Cristina Kirchner, y el Comité Judío Norteamericano”.

En el libro un episodio tremendo narra cómo los dos periodistas se acercaron a la oficina del espía Jaime Stiuso cuando aún trabajaba en la ex Side. A pesar de que era "una de las escenas más bizarras", vivieron también una conversación cómica cuando Lutzky dejó caer un papelito con una dirección donde debía ir a buscar a su hija.

"—Tengo que ir a buscar a mi hija a un cumpleaños, ¡y me olvidé la dirección en un papel sobre el escritorio de Stiuso!

"Lo tranquilicé… después de todo, no había de qué preocuparse.

"—No, claro —me dijo Horacio—. No tengo la dirección de donde está mi hija. La acabo de dejar en manos del tipo más oscuro de los servicios de la Argentina, a quien intentamos mentirle como si fuera un chico de jardín de infantes. No tengo de qué preocuparme, como vos decís.

"Nos reímos a carcajadas, nerviosos".

Lewin confirmó la veracidad de la escena que roza el delirio y aseguró que, tanto en esa oportunidad como en muchas otras de su investigación, nunca sintió temor. “El hecho de haber entrado en la oficina de Stiuso en la ex Side fue un riesgo en sí mismo. Podíamos quedar expuestos como periodistas, pero no tuve miedo. Sí sentía que debía resguardar bien qué información yo le daba a Iosi, porque sí tenía en claro que él podía querer llevar a sus jefes sobre los temas que yo investigaba en el canal donde trabajaba. Me preguntaba en esa época ¿Él es mi fuente? ¿o yo soy quizás un crédito que él usa para con sus jefes y es un doble agente?”.

Sobre la salida del libro, recordó: “Llevamos el libro a Sudamericana y nos dijeron que sí. Pero la cosa tardaba, y por el derrotero del que veníamos (de buscar ayuda para que Iosi declarara), ya pensábamos que no iban a querer publicarlo. Cada paso era una nueva frustración”.

Una vez en venta, fue rápido el interés del cineasta Daniel Burman para montar la serie aunque desde 2015 también pasaron años hasta su estreno: “Fijate el tiempo que lleva, que fueron muchas las tratativas con varias empresas de streaming, hasta que se pactó con Amazon. Se filmó en pandemia en Argentina y Uruguay, y salió en 2022”.