El sistema de Transporte Urbano de Pasajeros (TUP) de Rosario funciona bajo la modalidad de “emergencia” desde noviembre del 2020. A 24 meses de la sanción de la ordenanza por la que el Concejo municipal le autorizó al Ejecutivo a modificar las frecuencias y recorridos, aún no se sabe cómo será la “normalización”.

De acuerdo al escrito que aprobaron los concejales dos años atrás, a fines de este mes se vence la emergencia y el sistema debería normalizarse. Pero la realidad apunta a que esto no se va a poder efectivizar de forma inmediata, sino que habrá "un proceso de adecuación" que durará al menos hasta marzo del 2023.

Esta fecha tentativa se basa en una cuestión fundamental que tiene que ver con la firma del convenio para que finalmente llegue el sistema Sube (y sus beneficios) al TUP de la ciudad. Este acuerdo se haría efectivo en los próximos días y demandaría un plazo de cuatro meses hasta su implementación.

Cabe destacar que "este proceso de adecuación" tiene que ver con sostener el actual sistema y mejorar la frecuencia en determinadas líneas y en determinados horarios. Todo esto sin discutir aún la cuestión de fondo que tiene que ver con el pliego vigente que nunca se pudo llevar adelante.

Es que, antes de la pandemia, el ambicioso plan de movilidad ya se había encontrado con impedimentos macroeconómicos que imposibilitaban su cumplimiento. A eso se le sumó la salida de El Cacique que hizo que el sistema pensado para tres empresas prestatarias funcione solo dos.

Con este panorama quedó muy lejos el plan para establecer una red troncal de colectivos que tenían que circular por avenidas principales con frecuencia de seis minutos en horarios picos y otras líneas que conecten los barrios con el centro con frecuencias de entre 10 y 12 minutos.

Por el momento no hay novedades sobre qué es lo que pasará con el transporte una vez que venza la emergencia. Desde el Concejo sostienen que no hubo acercamientos formales con el Municipio y toda la expectativa está puesta para la semana que viene: para el 23 de noviembre, cuando finalmente se reúna la comisión de seguimiento.

Lo cierto es que ese encuentro se dará a una semana antes de que se cumpla el plazo máximo que el cuerpo legislativo aprobó hace 24 meses. Esto generó cierto malestar entre los ediles que prácticamente descartaron la posibilidad de prorrogar la emergencia y desconocen qué es lo que va a plantear el Ejecutivo para salir del plan excepcional y normalizar el servicio sin poder cumplir con el pliego.