El diario Página 12 divulgó detalles de los 248 regalos que recibió Milei desde su asunción. Entre ellos figuran obsequios religiosos de la comunidad judía, una pulsera Swarovsky, un reloj pulsera Galaxy Watch y hasta un cuadro donde la cara del presidente parece acoplada a la figura de Napoleón.

Milei recibió una cantidad de regalos que pudo haber pasado ya los 108 mil pesos de monto límite que puede aceptar un presidente, según reglamentos de transparencia, nunca debidamente cumplidos.

El cuadro que le regaló el artista Fabián Pérez representa a un Napoleón ya vencido. “Napoleón abdicando en Fontainebleau” realizada en 1846 por Paul Delaroche. Se trata de un retrato sobre el momento en que un derrotado Napoleón, tras la firma del Tratado de Fontainebleau, es obligado a dimitir y luego a exiliarse.

Oros regalos fueron aceites de oliva premium, obsequio del Rey de España, antes de los roces bilaterales. También, una Nintendo y cartas energéticas. Además, un total de 28 libros desembarcaron en la Quinta de Olivos, de los cuales la mayoría vino por la generosidad Jesús Huerta de Soto, el "gurú anarcocapitalista" que tanto admira Milei. 

En total, el mandatario recibió 34 libros religiosos, un candelabro de Jánuca, una réplica de la ciudad de Jerusalén, una moneda Shequel (de la primera revolución judía) y una cadena con la estrella del David. Por fuera del judaísmo, también le llegaron un par de rosarios, estampitas de Mamá Antula -Milei viajó a Roma cuando fue la canonización de la santiagueña- y un portaretrato suyo junto al Papa Francisco. Y la embajada de Palestina le hizo llegar un libro y una cruz de Jerusalem.

A la residencia presidencial también arribaron camisetas de la selección argentina, peluches con forma de león, cuadros que retratan al Presidente y hasta el particular presente de Marcela Podestá Costa. La mujer confía que dos gorras con la Cruz Orlada le transfieran la sabiduría a Milei de su tío abuelo, Solari Parravicini, quienes algunos bienintencionados lo hacen llamar el "Nostradamus" argentino. 

El listado al que accedió el medio citado es actualizado por la Oficina Anticorrupción bajo la normativa 1179/2016 inscripta en la Ley de Ética Pública. En general, los funcionarios públicos deben rechazar regalos, obsequios o donaciones bajo un simple ejercicio: el empleado deberá preguntarse si le harían ese regalo, aunque no trabajara en la Administración Pública. Solamente pueden aceptarlos si son de cortesía o por costumbre diplomática (entregados en eventos, visitas o actos).

Eso sí, de los que puede recibir, aquellos cuyo valor ascienda a cuatro módulos -108 mil pesos-, deben quedar en el patrimonio del Estado y no del presidente, aunque en los hechos reales no sea siempre así.