En la tarde que se conoció la triste muerte de “Coco”, un perro de porte grande, que murió encerrado en el auto Peugeot 208 de su dueña este martes en calle Corrientes al 600, pleno microcentro de Rosario, el abogado de la joven se hizo presente en medio de la conmoción de vecinos, comerciantes y protectoras de animales, para adelantar que el hecho fue un acto involuntario y confirmar que la mujer reconoció el "error".

El defensor, que se identificó como Juan Emilio Molina, dijo en una improvisada rueda de prensa en la vereda, junto al operativo policial, que “el perro se llamaba Coco, y ella lo traía frecuentemente al local donde trabaja, para no dejarlo solo en la casa, y lo conocían todos los clientes" pero que esta vez, "lamentablemente se lo olvidó desde el mediodía” dentro del coche estacionado al sol.

Esto contradice a vecinos y comerciantes, que antes precisaron a los móviles de El Tres y Radio 2 que el perro se encontraba encerrado desde antes de media mañana, algo que corresponderá a la investigación judicial dilucidar.

El abogado aclaró entonces que “esto fue un hecho culposo" y expresó: "Nadie quiere matar a su perro. Todos cometemos errores, y tampoco hay que salir a pedir cárcel. En esta ocasión se lo olvidó, y se trata de una tragedia. Ella está angustiada porque era su perro”.

En torno a la causa, aclaró que “es una contravención, ya que hay una ley penal de maltrato animal, pero que se aplica cuando es con mala intención, y éste no fue el caso. No corresponde ninguna pena porque se trata de un accidente”.

Consultado sobre los pasos a seguir, el abogado aseguró que luego de su revisación de su clienta por parte de médicos del Sies, producto de la descompensación que sufrió, “se la va a trasladar a la comisaría 2ª, y está la fiscal Andrea Vega investigando la causa”.

Molina luego argumentó, en respuesta a proteccionistas: “Todos bregamos por los derechos de los animales pero se trató de un error, los accidentes ocurren".