La directora nacional de Salud Sexual y Reproductiva (SSyR), Valeria Isla, aseguró que "la expectativa es poder ir el año que viene hacia el tratamiento combinado" de mifepristona y misoprostol para la interrupción voluntaria del embarazo (IVE), y destacó que el Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF) de Santa Fe está en etapa de desarrollo del primero de los medicamentos nombrados, de mayor efectividad.

Las provincias de Río Negro, Santa Fe y San Luis ya producen misoprostol, el fármaco utilizado para la atención del aborto.

En el caso de Santa Fe, el Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF) ya cuenta con el aval de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), que autorizó la producción y comercialización del misoprostol para el resto del país.

En tanto, Laboratorios Puntanos y la Productora Farmacéutica Rionegrina (Profarse) cuentan con distribución provincial.

"Desde Anlap, la agencia de laboratorios públicos del Ministerio de Salud, se está apoyando para seguir con estos desarrollos", indicó la funcionaria.

También, destacó que el LIF de Santa Fe "está en etapa de desarrollo de la mifepristona, que es un hallazgo importante para lo que es la calidad del aborto en la Argentina".

"La expectativa es el año que viene, si el LIF de Santa Fe logra terminar el desarrollo y que esté disponible, poder ir hacia el tratamiento combinado", sostuvo Isla y advirtió que los dos medicamentos "van a coexistir".

"Vamos a tener disponibles tratamientos solo con misoprostol y tratamientos combinados haciendo un pasaje", precisó.

Sobre la mifepristona, la directora nacional de SSyR indicó que "es un medicamento que está recomendado porque tiene más del 97% de efectividad, disminuye dolor y tiempos del procedimiento; combinado con el misoprostol genera un círculo virtuoso".

Si bien el Ministerio de Salud ya está distribuyendo en el sistema público de todo el país tratamientos combinados de mifepristona y misoprostol adquiridos a través del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), la producción estatal del medicamento permitiría ampliar su uso.