Personal de la Policía Federal detuvo este miércoles a cinco personas en el marco de una investigación sobre usuarios legales acusados de desviar armas de fuego al mercado negro. La causa salió a la luz en octubre pasado, cuando la Fiscalía imputó a 14 personas y describió este tipo de maniobras como “compras de paja”, un concepto que hace referencia a aquellas personas que actúan como prestanombres en la adquisición de armamento.

Según pudo saber Rosario3, en las últimas horas, la fuerza federal detuvo a un gestor, un empleado de una armería, un instructor de tiro, un médico y a un presunto prestanombre. Las imputaciones específicas contra cada uno de ellos se conocerán la próxima semana, durante la audiencia imputativa.

Para la semana próxima está prevista la imputación de siete personas, señaladas como organizadores y miembros de una asociación ilícita que, al menos desde noviembre de 2021 hasta octubre de 2024, se dedicó a generar “un circuito de desvío de armas de fuego al mercado ilegal, con destinatarios finales que no eran legítimos usuarios”.

De acuerdo con voceros judiciales, los últimos allanamientos se realizaron en los domicilios de los detenidos, en dos clínicas y en un club de tiro de la ciudad, con el objetivo de recabar información y documentos relevantes para la causa.

El 28 de octubre, doce personas, poseedoras de un total de 210 armas, fueron imputadas por la provisión ilegal con habitualidad, en calidad de autores.

Al respecto, el fiscal Gastón Ávila señaló que aún se desconoce el destino de ese armamento, y que la principal sospecha apunta a su desvío hacia el mercado negro. “Juntaban entre ellas más de 200 armas, en su mayoría pistolas de grueso calibre. Allanamos en busca de ese armamento y el resultado fue que encontramos solo dos”, explicó.