En el mercado se preguntan si hay margen para que en las próximas semanas el Banco Central decida una nueva baja de tasas, a partir del dato de inflación que el INDEC difundirá el martes próximo, correspondiente a diciembre último y a todo el 2024. El costo de vida volvería a ubicarse por debajo del 3%.
Si las tasas vuelven a bajar, impactarán directamente en un descenso de los intereses por plazos fijos y también reducirá el costo de los préstamos hipotecarios, prendarios y personales.
El impacto de una posible baja de tasas
El Gobierno está entusiasmado con los últimos datos de la economía. El riesgo país perforó los 600 puntos, el Banco Central reanudó la compra de divisas y algunas proyecciones de inflación ya arrojan una suba de entre 2% y 2,7% para diciembre. Fue este último dato el que alimentó la expectativa de que el equipo económico tome nuevas medidas en los próximos días. El martes por la tarde se conoció además la encuesta del Banco Central.
El Banco Central redujo la tasa hace un mes del 35 al 32% ante las expectativas de baja de la inflación que se terminaron cumpliendo. Entre los bancos creen que tras el dato de inflación de diciembre se estará más cerca de reducir el ritmo del crawling peg de una baja de las Letras de Financiamiento.
La baja de la tasa de referencia (Lefi) impacta en las tasas más cortas, como las cauciones, pero también repercute en las tasas de plazo fijo que ofrecen los bancos a sus clientes. Si bien la tasa de política monetaria no regula de manera directa el rendimiento del plazo fijo, sí es una referencia clave para los bancos.
Cabe recordar que el BCRA bajó en los últimos dos meses la tasa nominal anual (TNA) de referencia de política monetaria: a inicios de noviembre la redujo de 40% a 35%. Y el 5 de diciembre pasado, la llevó del 35% a 32% anual.
Estas medidas impactaron de manera directa en la renta otorgada por los plazos fijos tradicionales de los distintos bancos, por lo que hoy ofrecen un promedio de 31% anual, es decir, pagan alrededor de 2,55% cada 30 días, que es el período mínimo de encaje requerido por el sistema financiero.
La rentabilidad apenas se ubica por encima a la inflación mensual que se registró en noviembre pasado, que fue de 2,4%.
Con la reducción de la tasa de depreciación se buscaría bajar otro tipo escalón la nominalidad y para eso la tasa de interés debe acompañar, caso contrario aumentaría el carry trade a la par del peso de los intereses de la deuda, advierten economistas.
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