El fisco argentino dejará de cobrar desde este lunes el denominado impuesto País, una de las principales restricciones que conforman el complejo cepo cambiario y que el presidente Javier Milei prometió eliminar.
La vigencia del Impuesto Para una Argentina Inclusiva y Solidaria (País), creado hace cinco años, se extiende hasta este domingo, inclusive, según una resolución de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) publicada el pasado jueves en el Boletín Oficial.
El tributo había sido creado el 27 de diciembre de 2019, durante el Gobierno de Alberto Fernández (2019-2023), una medida que profundizó el cepo, como se denomina al conjunto de restricciones para el acceso a dólares estadounidenses y que por años ha buscado contener la salida de las exiguas reservas monetarias del Banco Central.
En el caso de impuesto País, mediante este tributo se ha cobrado hasta ahora una tasa del 30% a las operaciones con tarjetas de crédito en el exterior (compras y retiro de efectivo) y a las compras de vuelos y paquetes turísticos fuera de Argentina.
"A partir del lunes, queda eliminado el impuesto País. Es la primera vez, en la historia, que un Gobierno cumple con eliminar un impuesto", resaltó Milei el viernes último, al disertar en la Bolsa de Comercio de Córdoba.
Aunque este impuesto se elimina, el Gobierno seguirá cobrando la retención adicional del 30% -que luego los contribuyentes pueden deducir del pago de ciertos tributos- a las compras de moneda extranjera en bancos y casas de cambio y al pago de bienes y servicios en el exterior.
Con estos cambios, la cotización del denominado 'dólar turista' o 'dólar tarjeta' baja de los 1.671 pesos por unidad del pasado viernes a 1.358 pesos a partir de este lunes, es decir, solo un 30% más que el tipo de cambio oficial en el estatal Banco Nación y no un 60% más como hasta ahora.
Otras restricciones cambiarias siguen vigentes -como el cupo máximo de dólares que se pueden comprar por mes-, al igual que la diversidad de cotizaciones del dólar estadounidense diferentes al tipo de cambio oficial que coexisten en Argentina a causa del cepo.
Las restricciones cambiarias, que comenzaron en octubre de 2011 y se profundizaron con el correr de los años, han supuesto serias distorsiones para la maltrecha economía argentina, con el florecimiento de una multiplicidad de tipos de cambio alternativos, el crecimiento del mercado cambiario informal y serias complicaciones para operaciones de comercio internacional, la cancelación de deudas con el exterior o el giro de dividendos a las casas matrices fuera de Argentina.
La eliminación total del cepo ha sido una de las principales promesas que llevaron a Milei a un triunfo electoral en 2023, pero su Gobierno, iniciado hace un año, aun no ha podido cumplir este objetivo, entre otras razones, por el magro nivel de reservas del Banco Central, de 32.866 millones de dólares, señala EFE.
No obstante, Milei confía en obtener créditos adicionales del Fondo Monetario Internacional para reforzar las reservas monetarias y proseguir con la convergencia entre el tipo de cambio paralelo y el oficial.
"Esto nos acerca, día a día, a una salida definitiva del cepo, una abominación que nunca debió existir, en primer lugar, y nosotros vamos a hacer desaparecer para siempre, el año que viene", prometió Milei el viernes pasado.