El Sol que adoraban las culturas ancestrales y el mismo que era la fuente de energía de Superman es el gran CEO de estos procesos.

Cada órgano de nuestro cuerpo tiene su reloj propio, ya que no todos los procesos se dan al
mismo tiempo y de forma conjunta. De esta manera, el organismo cuenta con una sincronicidad perfecta para que todo suceda cuando deba suceder.

Controlan una gran variedad de procesos biológicos tales como el ciclo sueño-vigilia, la
temperatura corporal, las sensaciones de hambre-saciedad, la secreción de hormonas, el control de glucosa en sangre y el ciclo celular (nacimiento, desarrollo, muerte, reciclado).

Vivir de acuerdo a nuestro ciclo circadiano es una herramienta valiosa cuando nuestro objetivo es optimizar nuestra biología, cuando estos se alteran las funciones no se dan de la forma en que deberían, y esto implica un posible riesgo de generar una desincronización interna que puede manifestarse como un simple síntoma (insomnio, jetlag, perdida de foco y memoria, indigestión, migrañas, aumentos de azúcar en sangre, dolor muscular) o como una entidad crónica cuando se perpetua en el tiempo.

El cerebro contiene el “reloj maestro” (alojado en el nucleo supraquiasmatico, en la parte anterior del hipotálamo), que gobierna al resto de relojes periféricos y es influenciado por la exposición a lumínica.

Otros factores que lo influyen son: los alimentos, la temperatura y el ejercicio, por lo tanto,
cualquier factor que genere disrupción en nuestros patrones de alimentación, sueño-vigilia
impactara en nuestro ciclo circadiano.

Debido a la vida moderna en la que vivimos, con tanto “Déficit” de la naturaleza, somos muy
susceptibles a sufrir de esto, pero no lo tenemos en cuenta ni somos consientes de ello. De hecho, las disrupciones del ritmo circadiano son hoy en dia causa de múltiples afecciones y condiciones de salud muy prevalentes en todos nosotros.

Como todo Superman tiene su Lex Luthor , uno de los grandes disruptores de este “Ciclo orgánico de la luz”, se encuentra en la desmedida exposición las luces artificiales.

El cuerpo interpreta la luz de acuerdo a su temperatura de color, que en la luz del Sol varía a lo
largo del día. En el exterior la mayor parte de luz natural contiene azul, lo que para el cuerpo
significa que es de día. Las luces azules actuales, presentes en luminarias y en dispositivos móviles, hacen que el organismo tenga la misma sensación de mantenerse despierto aunque sea de noche.

El abuso de la luz artificial en periodos correspondientes con oscuridad natural acarrea unas
consecuencias para nuestro organismo que se sincronizan el ritmo circadiano de la secreción de la melatonina, disminuyendo los niveles normales durante la noche.

Cuando comemos, cuando hacemos ejercicio, cuando dormimos y cuando nos exponemos a la luz o la oscuridad repercute directamente en nuestros ritmos biológicos.

Restablecer nuestros ritmos naturales en estas actividades genera una resincronización, como veremos en próximas entregas.

Antifragil
Carlos Catuch a Lic. Kinesiologia y fisiatría mat 1800/2 C.O osteopatía
Gonzalo Demarchi P.F. profesional Coach Ontologico Entrenador Holístico