El Rey Carlos III del Reino Unido fue diagnosticado con cáncer de próstata, informó este lunes el Palacio de Buckingham, que además agregó que el monarca de 75 años empezó con "tratamientos regulares".

De acuerdo a lo indicado por la corona británica, El Rey "sigue siendo totalmente positivo sobre su tratamiento y espera volver a sus obligaciones públicas lo antes posible".

El pasado 26 de enero se conoció que ingresó al hospital London Clinic para recibir tratamiento por un agrandamiento de su próstata, una patología que se conoce como "hiperplasia benigna de la próstata" o HBP.

Qué es la hiperplasia benigna de la próstata

Esta afección, que no está relacionado con el desarrollo de un cáncer, consiste en un agrandamiento de la glándula prostática de ocurrencia común a medida que los hombres envejecen.

El agrandamiento de la próstata puede causar síntomas molestos como la necesidad frecuente o urgente de orinar, bloqueo en el flujo de orina e imposibilidad de vaciar completamente la vejiga, entre otros. También puede causar problemas en las vías urinarias o los riñones.

La función de la próstata es producir el líquido que forma parte del semen. Con el paso del tiempo, la próstata tiende a aumentar de tamaño, lo que puede provocar que la uretra se angoste y disminuya el flujo de orina.

Factores de riesgo

La hiperplasia benigna de próstata es frecuente entre los hombres mayores. La prevalencia específica por edad de la hiperplasia benigna de próstata se ha estimado a partir de estudios de autopsias en un 8% en la cuarta década de la vida, un 50% en la sexta década de la vida y un 80% en la novena década de la vida, según un estudio publicado en The Lancet Healthy Longevity.

De acuerdo con la Clínica Mayo de Estados Unidos, los factores de riesgo para el desarrollo de la hiperplasia de la próstata son:

  • Envejecimiento. Una glándula prostática agrandada pocas veces genera síntomas antes de los 40 años. Después de eso, comienza a aumentar la posibilidad de tener una próstata agrandada y síntomas relacionados.
  • Antecedentes familiares. Tener un pariente consanguíneo con problemas de próstata significa que es más probable que se presente el mismo cuadro.
  • Diabetes y enfermedades cardíacas. Los estudios muestran que la diabetes podría aumentar el riesgo de hiperplasia prostática benigna, al igual que las enfermedades cardíacas.
  • Estilo de vida. La obesidad aumenta el riesgo de hiperplasia prostática benigna. Hacer ejercicio puede ayudar a reducir el riesgo.

El tratamiento de la hiperplasia benigna de la próstata normalmente se basa en cuán molestos son los síntomas y cuánto afectan a las actividades cotidianas. Cuando la hiperplasia no produce síntomas se puede esperar hasta que aparezcan, sin que esto afecte negativamente el resultado.

Organizaciones benéficas y médicas valoraron que el Rey Carlos haya hecho público y compartido detalles sobre su problema de próstata, porque consideran que ayudará a animar a los hombres con síntomas similares a pedir a su médico un chequeo.