La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) resuena cada vez más entre las y los profesionales de la salud a partir del incremento de su incidencia. Por este motivo, los desafíos son cada vez más grandes sobre todo en países occidentales.

Este domingo, 19 de mayo, se conmemoró el Día Mundial de la EII. La fecha se dispuso para concientizar acerca de la existencia de la patología, cuáles son sus características y, principalmente, cómo poder abordarla tanto desde la medicina como en quienes la padecen y sus familias.

Enfermedad Inflamatoria Intestinal

Se trata de una patología crónica que afecta principalmente al colon e intestino delgado. En el caso de la enfermedad de Crohn, también se ven afectados otros tramos del tracto digestivo e incluso pueden presentarse manifestaciones por fuera.

En particular, la EII engloba dos subtipos: colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn, cada una con sus particularidades. Si bien los síntomas varían en cada paciente, los más comunes son diarrea, dolor abdominal, sangrado rectal, fatiga y pérdida de peso.

Puede afectar a personas de distintas edades, aunque se focaliza más en el grupo etario entre los 20 y 40 años.

La EII en la vida cotidiana

Uno de los motivos que llevó a necesitar concientizar sobre esta patología, tiene que ver con el alto impacto en la calidad de vida de las personas afectadas, ya que en varios casos resulta invalidante.

En este aspecto, los expertos sostienen que enfrentarse a la enfermedad inflamatoria intestinal implica lidiar con desafíos que trascienden lo físico, ya que además tiene un impacto profundo en las esferas emocional y social.

Al ser comúnmente diagnosticada en la juventud, se desencadena una constante lucha contra los síntomas, principalmente diarrea, dolor abdominal y fatiga. A ello se suma el estigma social y cómo éste afecte a la salud mental, dificultando la integración social. Por ello pueden llegar a aparecer otras manifestaciones como ansiedad y depresión, también ligadas a la esfera sexual ya que se incrementan las tasas de disfunción sexual.

A nivel académico, un 84,35% de los pacientes crónicos con EII afirma que sus dificultades de salud afectan sus notas finales. El 50,42% tiene problemas para mantener relaciones sociales y el 90% del alumnado con EII presenta faltas de asistencia. También, el 55% ve afectada su productividad diaria y el 30% de las personas con enfermedades crónicas no termina la universidad.

Necesidad de afrontar los desafíos

Estos datos son alarmantes y subrayan la necesidad de una mayor conciencia y apoyo para quienes viven con EII. Sobre todo, en el ámbito académico, señalan las organizaciones que abordan este problema de salud.

Por lo tanto, se insta a los profesionales de la salud a estar preparados para manejar tanto los aspectos físicos como emocionales de la EII, ofreciendo un cuidado integral que abarque todas las dimensiones de la experiencia humana asociada a esta enfermedad.

A su vez, continuar investigando para crear tratamientos de fácil acceso para paliar los síntomas en sus manifestaciones. De hecho, la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) recomienda una nueva familia de fármacos de ingesta oral, denominada "moléculas pequeñas" o "fármacos de pequeño peso molecular" que engloban un grupo heterogéneo de fármacos que podrían funcionar correctamente en estos casos.

 

Fuente: EFE.