El filósofo y ensayista Santiago Kovadloff, se refirió a la presentación de su último libro La extinción de la diáspora judía. Mano a mano con Rosario3, también analizó la administración del gobierno libertario y abordó la problemática de seguridad de Rosario.

Sobre el abordaje de su última obra, ahondó en la hipótesis de que el fenómeno de los judíos dispersos por el mundo hoy debe repensarse ya que “se extingue como fatalidad y desaparece como situación ineludible”. En ese sentido es poco optimista que el Estado de Israel pueda encontrarle una solución al conflicto armado con el grupo Hamas,  más allá de los cuestionamientos internos al gobierno de turno.

La extinción de la diáspora judía, el último libro de Kovadloff.

Con relación al gobierno nacional, Kovadloff advirtió sobre las contradicciones entre la política económica y el accionar político del Presidente Javier Milei. Cree que hay “ciertos rasgos populistas como en los gobiernos de Cristina Fernández” y que se traducen en un “lenguaje fuertemente autoritario que contrasta con la perspectiva democrática”, cargado de “generalizaciones” y “sin matices”.

También, es muy crítico “de la ineficacia operativa del peronismo” que explica el triunfo contundente del libertario en las elecciones de 2023 y cuya oposición de hoy no “merece crédito moral alguno”.

Sobre la tensa situación de Rosario dijo que “es central entender la función de los puertos” y la “falta de controles” a la hora del paso de la droga por nuestra zona y se mostró confiado en la gestión de la ministra de Seguridad de Nación, Patricia Bullrich.

El filósofo y ensayista Santiago Kovadloff (www.diarionorte.com)

La entrevista

—¿De qué manera se puede leer hoy a diáspora judía?

—Para poder caracterizar la diáspora judía desde la actualidad hay que ir a 1942 cuando se creó el Estado de Israel. La diáspora hasta esa fecha fue una situación ineludible para los judíos, era imposible resistirla hasta la creación del Estado de Israel. Este hecho genera una necesidad no del todo reconocida y es la de empezar a caracterizar a la diáspora como una posibilidad. Los judíos pueden optar por una identidad nacional judía. Por lo tanto, la diáspora se extingue como fatalidad y desaparece como situación ineludible. Los judíos que no optaron por la identidad israelí han elegido el lugar donde habitan y por lo tanto Israel puede ser entendido como fuente de una libertad de opción. Gracias a la existencia del Estado de Israel, los judíos pueden decidir ser israelíes o no y los que han optado por elegir la ciudadanía de cada país donde habitan ratifican su pertenencia de identidad a los distintos Estados. La diáspora se extingue como fatalidad y se resitúa de cara a un horizonte de desafíos posdiaspóricos, por fuera y no de espaldas a Israel. Hoy la diáspora necesita ser re-caracterizada y los desafíos vienen manifestándose como tarea indispensable.

—¿Cómo se analiza desde esta mirada la escalada del conflicto entre Israel y Hamas después de los ataques del 7 de octubre pasado?

—Antes del 7 de octubre pasado, Israel ya evidenciaba la anomalía de un gobierno enfrentado a una protesta generalizada de su ciudadanía contra los que estaban involucrados en delitos de Estado y que debían ser castigados. Hasta incluso la embestida del primer ministro contra la Corte Suprema de Justicia había provocado una reacción para que aquel renunciara y desde todos los sectores laborales protestaron contra las políticas del gobierno. Vimos por primera vez a una ciudadanía enfrentada con su gobierno y que salió en defensa del respeto de las instituciones por entender que peligraba la democracia. En ese marco de fragmentación entre el poder y la ciudadanía se produce el ataque que pone de manifiesto el sentido de oportunidad de Hamas. Hoy tenemos un Estado inexistente, el palestino, que pone en tela de juicio a un Estado existente, el de Israel, reclamándole no sólo modificar su política con los palestinos sino que desaparezca del mapa exigiendo su exterminio y en general la lucha contra todo lo judío. Las posibilidades de negociación son muy bajas al no haber chance de construir un Estado palestino que empiece por reconocer la existencia de Israel. La situación es incierta en cuanto a su desenlace y tremendamente negativa para Israel. El país está involucrado en una guerra que, por más que no sea responsable de las muertes, la lucha contra Hamas ha significado el exterminio de infinidad de civiles que son utilizados como escudos contra Israel. Desde el punto de vista ético-político-moral, el Estado de Israel está enfrentando una situación de difícil solución.

Momentos en que misiles de contraofensiva cayeron sobre la Franja de Gaza. (EFE)

La Argentina de Milei

—¿Qué reflexión le merece la situación política argentina en el marco de la gestión Milei?

—Primero hay que preguntarse sobre la contundente derrota de la fuerza liderada por Cristina (Fernández), (Sergio) Massa y (Alberto) Fernández. Eso evidencia que la ciudadanía estaba harta de la ineficacia operativa del peronismo. El triunfo de Milei fue una respuesta a la inoperancia de una gestión de dos décadas en la que se puso un centralismo de intereses partidario y personalista que redundó en un aumento de la pobreza y una falta de horizonte en lo educativo, social, cultural y ni pensar en política exterior. El triunfo de Milei fue un alivio para los que creemos en la democracia republicana.

—¿Cómo ve el futuro de la democracia republicana con Milei?

—En lo económico, el Presidente procede en consonancia a lo que se propuso en la campaña electoral. Sin embargo, hay grandes contradicciones en el ejercicio del poder político. No se ha conciliado la integración entre la recuperación económica y el afianzamiento cívico-cultural de la Nación. Esto se evidencia en las discontinuidades entre acción y palabra, hay rasgos populistas en la acción de gobierno que parecen continuar con ciertos rasgos del gobierno de Cristina. Las manifestaciones de Milei en el colegio donde fue cuando era adolescente es una muestra. Otra es el lenguaje con generalizaciones extremas donde no hay matices, se caracteriza a la dirigencia política sin rasgos sin matices, la agresividad verbal. Es inquietante advertir esa disonancia entre un lenguaje fuertemente autoritario que contrasta con la perspectiva democrática. Otro ejemplo son las generalizaciones en torno al aborto que también son peligrosas, no todo sobre el aborto significa una brutalidad.  Las mujeres que han sido violadas o víctimas de violencia de género, tienen que resignarse a cargar esa violencia que han sufrido. No conviene generalizar. Debemos ir a una gestión política que rebele cierta sensibilidad.

Milei dio un discurso en el colegio al que asistió. (Captura)

—¿Cómo ve el clima social?

—Atravesamos una etapa de expectativa. La oposición peronista no merece crédito moral alguno por los hechos de la Justicia que van evidenciando la magnitud de los delitos cometidos por Alberto y Cristina (Fernández). esa oposición no tiene autoridad moral. Quienes han votado al presidente le han dado crédito con justicia porque Milei no mintió cuando dijo que íbamos a tener etapas de grandes sacrificios. Una restructuración de la economía argentina no podría no implicar lo que estamos viviendo. La intolerancia social a los grandes cambios es una incógnita ya que hay sectores que sufren muchísimo y que el gobierno deberá atender.

—¿Qué le pareció el aumento de las dietas que se autorizaron los diputados y senadores nacionales?

—Está muy bien que el Presidente no permita una restructuración de los salarios del Congreso. Es moralmente justo y tiene que ser ejemplificador, ya que el resto estamos restringiendo nuestras posibilidades de desarrollo. Los diputados y senadores también deben acompañar.

Milei en la inauguración de las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación (Télam)

La tensión de Rosario

—Rosario vive por estar horas el rebrote de acciones de terrorismo urbano por parte de bandas narcocriminales que terminaron con la vida de dos taxistas y un ataque criminal a un colectivero. ¿Qué visión tiene sobre lo que sucede en la ciudad?

—Es un tema central. Es necesario entender la función de los puertos en la exportación de droga y observar el papel de Prefectura en el contro. ya que existe una enorme tolerancia en los que deben controlar. Eso puede ser revertido. La ministra de Seguridad de la Nación (Patricia Bullrich) está desarrollando una acción excelente de restituir al delito su carácter como tal y si se amplía su política de intransigencia hacia las raíces, incluso del poder provincial involucrada en la facilitación, vamos a ver revertida la situación del narcotráfico incluso como lo hizo cuando fue ministra de (Mauricio) Macri.

Bullrich anunció que se tratará como terrorismo a cualquier ataque perpetrado en espacios públicos.