El líder de la banda narco Los Monos Ariel Máximo “Guille” Cantero, su esposa Vanesa Jaquelina Barrios, su hijastra Paula Estefanía Bay y Mariana Ortigala –quien fue testigo de la causa contra Esteban Alvarado y ahora está presa por formar parte de la organización rival–, fueron procesados por narcolavado. Así lo dispuso el juez federal Carlos Vera Barros, quien además les trabó un embargo de 81.471.366 pesos.

La resolución también alcanza a Valeria Soledad Vera, Eliana Macarena Astrada, Daniel Ángel Cáceres y Milagros Jazmín Becerra, considerados presuntos testaferros, puesto que figuran como titulares de propiedades que en realidad son de “Guille” Cantero, a criterio de la Justicia. En su caso, el embargo asciende a 27.157.122 pesos. 

Vera Barros, en su fallo de 124 fojas, también ordenó el traslado de Barrios y Ortigala a dependencias del Servicio Penitenciario Federal, por lo cual, saldrían de la provincia. 

La causa cobró impulso a comienzos de noviembre, cuando los involucrados fueron imputados por el Área de Investigación y Litigación de Casos Complejos de la Unidad Fiscal Rosario, a cargo de Federico Reynares Solari, junto con la Delegación Regional de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar NEA), la Procuraduría de Criminalidad Económica (Procelac) y los fiscales coadyuvantes Santiago Alberdi, Franco Benetti y Matías Mené.

La información utilizada por los investigadores federales había sido girada por el fiscal provincial Federico Rébola, quien tenía a su cargo la causa donde Los Monos fueron imputados por sacar un local comercial de barrio Azcuénaga a fuerza de tiros y ataques incendiarios a una persona que había contraído una deuda con ellos.

Según la acusación, “Guille” Cantero –quien acumula condenas en distintas causas del fuero federal por narcotráfico, y en el provincial por asociación ilícita, balaceras, homicidios, extorsiones y secuestro extorsivo–, aportó el dinero para que Barrios y su hija Paula Estefanía Bay adquieran tres inmuebles a nombre de testaferros.

Las propiedades, de acuerdo al documento, están situadas en 24 de Septiembre entre Constitución y Santa María de Rosario, y en Alberdi al 1300, y General López y Vélez Sarsfield, en Funes. 

Para los fiscales, Cantero entre 2019 y 2021 aportó el dinero para la adquisición y refacciones de los inmuebles. En tanto, su esposa Barrios se encargó de seleccionar las casas de Alberdi al 1300 de Funes y de 24 de Septiembre al 3700 de Rosario, de designar a los testaferros y de hacer los pagos correspondientes a los trabajos hechos, como así también de las tasas correspondientes. 

Bay, hija de Vanesa Barrios y Diego Bay –jefe de la banda narco Los Gorditos de Tiro Suizo–, se ocupó de buscar la casa de General López y Vélez Sarsfield de Funes, de nombrar a un testaferro y de hacer los pagos correspondientes a la vivienda. 

De acuerdo al fallo, Eliana Astrada y Daniel Cáceres fueron quienes prestaron sus nombres para la compra de la casa de Alberdi al 1300 de Funes. Lo mismo Valeria Vera, pero con el inmueble de General López y Vélez Sarsfield de Funes, y Milagros Becerra con el de 24 de Septiembre al 3700 de Rosario. 

Diferente fue el rol de Mariana Ortigala, presa desde septiembre de 2023 por una cadena de extorsiones, y por haber subalquilado un departamento a un vendedor de droga de Los Monos. En su caso, fue trascendental y permitió la concreción de las maniobras. Asimismo, también se refuerza la hipótesis en relación con que la mujer facilitó distintos inmuebles a personas involucradas con el narcotráfico.

Ortigala fue, para la investigación, quien hizo los trámites inherentes a la escrituración de las tres casas, se constituyó como apoderada de los vendedores de dos de las propiedades, ofició de intermediaria con agrimensores y constructores, como vocera de Vanesa Barrios. 

A la ex informante de la Fiscalía de Rosario también se le atribuyó haber facilitado lugares que se destinaron a la venta de droga, como en los casos de un departamento de Corrientes al 100 –donde fue detenido Noel Ramos, cuñado del condenado narcotraficante Julio Rodríguez Granthon– y otro en Castellanos al 900 –donde cayó Iván Ramírez, de la banda de Rodríguez Granthon con siete ladrillos de cocaína–.