Dos sospechosos que cayeron el pasado fin de semana durante allanamientos por narcomenudeo de la Policía de Investigaciones en la zona oeste fueron imputados este martes por la tarde por haber cometido el asesinato de Ramiro Josué Deheza, un adolescente de 16 años que el 1º de agosto recibió un tiro en la cabeza en Rueda al 4400. Se trata de César Isaac “Chote” Godoy y Emanuel Alejandro Ramírez, ambos de 28 años, que quedaron en prisión preventiva efectiva por el plazo de ley, según la resolución del juez Alejandro Negroni. 

La fiscal María de los Ángeles Granato atribuyó a Godoy y Ramírez haber atacado a tiros con una pistola calibre .380 a Deheza, que caminaba por un pasillo situado en inmediaciones de Rueda y Amenábar. Dicha balacera fue a las 23.30 del 1º de agosto y la víctima falleció durante su traslado al hospital Carrasco. 

Si bien no se mencionó en la audiencia realizada en el Centro de Justicia Penal, una línea investigativa se sostiene en que la emboscada habría sido por un motivo de drogas. De esta manera, pierde fuerza la hipótesis de que el posible móvil del homicidio habría sido una pelea por una gorra, tal como circuló una vez que ocurrió el crimen. 

A Godoy y Ramírez la fiscal los ubicó como presuntos coautores del asesinato. También se les achacó dos delitos más, que son la tenencia de estupefacientes con fines de comercialización y la tenencia ilegítima de arma de fuego de guerra. Las últimas dos calificaciones legales fueron por el secuestro de droga y una pistola calibre 9 milímetros en los domicilios en los que fueron detenidos el sábado pasado. 

Por el arma y la droga también fue sentado en el banquillo de los acusados Raúl Andrés Juárez, de 58 años, que quedó en prisión preventiva efectiva por el plazo de ley. 

Puntualmente, a Juárez, Godoy y Ramírez se los imputó por la incautación de un kilo de cocaína –producto de 2.048 envoltorios de esa droga y un trozo de un ladrillo de 300 gramos– en una propiedad de Rueda y las vías del ferrocarril, en la zona oeste, y de dos pistolas, una de ellas, calibre 9 milímetros con la numeración limada, que tenía un cargador con seis cartuchos en el interior, uno en recámara y otras 15 municiones más del mismo calibre. 

La Justicia provincial llegó a los sospechosos por tenerlos sindicados como posibles integrantes de la presunta organización liderada por “Sapo” Saravia, padre del capo narco detenido Leonardo Saravia, alias “Leo Rey”, acusado de mover cargamentos de cocaína entre Rosario y Buenos Aires. 

El presunto jefe narco “Leo Rey”, según la investigación de la Fiscalía Federal 3 y la Procunar, construyó en los últimos años relaciones de negocios ilícitos con Los Monos para poder operar el tráfico y venta de cocaína en la zona sudoeste y oeste de la ciudad, casualmente donde fueron los 21 operativos del sábado pasado.