La amenaza contra la escuela primaria “José Ortolani” de barrio Empalme Graneros activó en el Ministerio de Educación de Santa Fe un nuevo protocolo por el que evitan difundir dentro de la comunidad educativa el contenido del mensaje que dejan los delincuentes. Según explicaron, la decisión tiene que ver con que los hechos pueden estar apuntados a los propios integrantes de la comunidad.

“Ponderamos que nos puedan acompañar en esta decisión de no dar mayores detalles del tenor de los mensajes, sino que simplemente de dar cuenta de un hecho que afecta a la comunidad educativa y la respuesta que institucionalmente damos”, explicó en De 12 a 14 (El Tres) el delegado regional del Ministerio, Osvaldo Biagiotti.

La situación generó cierto enojo por parte de la comunidad educativa ya que se enteraron de la amenaza por los medios. El mensaje que enviaron desde la escuela avisando que se suspendían las clases sostenía que era por un inconveniente relacionado al suministro de agua.

“En algunos casos dar a conocer el tenor del mensaje al interior de la comunidad educativa generó inmediatamente una réplica. Eso no nos permite descartar que ocurra que haya gente de la comunidad que tenga algún tipo de vínculo con el hecho”, remarcó el funcionario.

En ese sentido profundizó que en muchas escuelas de la periferia de la ciudad hay “niños, niñas y adolescentes que forman parte de familias vinculadas al narcomenudeo”. “Por eso nosotros intervenimos de forma inmediata, notificando al MPA y a autoridades del Ministerio de Seguridad. Pero optamos por no entrar en detalles que puedan profundizar la conmoción o una réplica como la que tuvimos el día de ayer”, sostuvo Biagiotti.

Con respecto al reclamo de vecinos de Empalme que aseguraron que la presencia de fuerzas de seguridad no es suficiente, el delegado de Educación señaló que volverán a elevar la inquietud a los funcionarios del Ministerio de Seguridad.

De todos modos aclaró que al momento de la amenaza, en el lugar había presencia de gendarmes y policías provinciales. "Pensemos que se trata de simplemente un peatón que circula y al pasar por la escuela deja un papelito. Ese refuerzo de fuerzas de seguridad no siempre alcanza para conjurar el riesgo de que estas cuestiones sigan ocurriendo", concluyó.