Los incendios en las islas y el humo continúan sin freno, las denuncias se multiplican, las acusaciones cruzadas ganan en intensidad pero la ley de humedales no está. Y por los últimos movimientos parece aún lejos de generar el consenso necesario. Si bien el Ministerio de Ambiente de la Nación anunció junto a las provincias un nuevo proyecto fruto del diálogo con todas las partes sentadas en el Consejo Federal de Medio Ambiente (Cofema) las organizaciones ambientales negaron ese paso y dijeron que ese texto retocado "degrada" lo ya acordado.

"El Cofema genera un proyecto de ley de humedales sin participación social y que supone retrocesos respecto del texto consensuado en Diputados en 2020", resumieron las agrupaciones verdes en un comunicado que detalla la historia reciente de ese desencuentro institucional.

El pasado 2 de febrero, Día Mundial de los Humedales, el Ministerio de Ambiente anunció que se comenzaría a trabajar en un nuevo proyecto de ley de humedales “consensuado, con perspectiva federal y en diálogo con las ONG y los sectores productivo, científico y académico”. Este 11 de julio, con motivo de una asamblea ordinaria del Cofema, el ministro Juan Cabandié anunció que se acordó en dicho seno un proyecto para ser presentado en el Parlamento que “constituye un hito en la materia de trabajo colectivo, conjunto … con el aporte de distintas organizaciones y actores involucrados … y esperamos que en el seno del Congreso Nacional la discusión tenga una impronta federal”, citaron las organizaciones.

Según expresaron, esa versión para contar con "un norma clave para proteger ecosistemas esenciales para la vida" no tuvo (como se dijo) "la participación y aportes de organizaciones y actores de la sociedad civil, y que no nos representa". Recordaron que el 25 de abril enviaron una nota al presidente del Cofema para participar pero "no recibimos respuesta alguna" porque se trata de "un espacio hermético". 

"No queremos cualquier Ley de Humedales. Reiteramos nuestro apoyo al proyecto consensuado a través de un proceso abierto, transparente, colectivo, interinstitucional y multisectorial promovido por la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano de Diputados en 2020. Este texto fue nuevamente presentado el 2 de marzo pasado (Expte 0075-D-2022) y trae el andamiaje institucional, definiciones y herramientas necesarias para detener y revertir de manera efectiva la emergencia que atraviesan los humedales y protegerlos", señalaron.

"El proyecto de Ley de Humedales del Cofema –siguieron– supone severos retrocesos en los niveles de protección que impulsa el texto unificado. Bajo el argumento de alcanzar un articulado más corto y sencillo, se cercena la sustancia del texto consensuado en Diputados, desdibuja el rol de liderazgo que debe tener el Ministerio en la implementación de la norma, favorece el involucramiento de los actores territoriales concentrados, y prioriza los intereses productivos de las provincias en desmedro de la conservación efectiva de los humedales, su valor intrínseco e integridad ecológica".

Las diferencias bajo la lupa

 

Siempre según la mirada de las organizaciones ambientales, el nuevo proyecto "no respeta textualmente la definición de humedal acordada en el marco del Inventario Nacional de Humedales (INH)". 

"No establece plazos para la incorporación de los humedales en el ordenamiento ambiental del territorio (OAT) y la realización del INH, ni tampoco para su actualización. No incluye moratoria, prohibiciones expresas ni mayores exigencias para procesos de Evaluación de Impacto Ambiental, Evaluación Ambiental Estratégica y Evaluación de Impactos Acumulativos. Elimina principios ambientales fundamentales como los de indubio pro natura, in dubio pro aqua, no regresión y resguardo jurídico ambiental. Minimiza los derechos de acceso a la información y participación. No incorpora los últimos estándares en la materia que trae el Acuerdo de Escazú ni tampoco el consentimiento libre, previo e informado de pueblos indígenas (Convenio OIT 169). Borra la agenda de derechos humanos vinculada a los humedales, invisibilizando a mujeres, jóvenes, pueblos indígenas y comunidades locales urbanas y rurales, campesinas, tradicionales, productoras, isleñas, residentes permanentes y ribereñas", enumeraron.
"Esto no sólo en materia de participación, sino también de posibilidades de obtener apoyo económico para sus acciones de conservación y uso sostenible. Por otro lado, incorpora lenguaje que favorece la financiarización y un enfoque antropocéntrico de los humedales, impulsa su “aprovechamiento” y propone “buenas prácticas productivas en humedales” sin definir qué se entiende por ello. Asimismo, elimina el deber de identificar los subsidios e incentivos que hoy se brindan y que son perjudiciales para los humedales, y redireccionarlos a su conservación y restauración", continuaron.

Sobre el cierre del texto, reclamaron: "No hay más tiempo que perder. Sin ley no hay política de protección de humedales. La discusión debe darse en el Parlamento. El Ministerio nacional debe enfocarse en sumar apoyos para hacer avanzar el texto unificado que espera ser aprobado en el Congreso Nacional desde 2020, en vez de seguir sumando divisiones y dilaciones con un nuevo articulado".

"Sergio Massa, presidente de la Cámara Baja, otorgue de una vez por todas los giros a las Comisiones correspondientes que desde hace meses esperan ser activados. Impulse, junto con las presidencias de comisiones, un Plenario de Comisiones. El proceso legislativo de la Ley de Humedales necesita avanzar con la mayor celeridad posible y participación social. Necesitamos compromiso y decisión política en apoyo al proyecto consensuado por el Pueblo", insistieron.