La Casa du Currivu, también conocida como "Casa del Rencor", es una casa de aspecto muy extraño situada en el pueblo siciliano de Petralia Sottana, Italia. Situada en el corazón de las montañas Madonie, en la provincia de Palermo. Ostenta el título no oficial de "la casa más estrecha del mundo" y fue construida con el solo fin de obstruir la vista de un vecino.

Desde el frente, podría parecer una casa típica, con paredes de ladrillo rojo, ventanas y una puerta de entrada. Incluso hay un balcón y un número de calle al costado. Todo parece perfectamente normal hasta que al observarla desde un lado se nota que las paredes tienen sólo un metro de espesor: no hay suficiente espacio para que nadie viva en ellas. No es que al dueño le importara. Fue construido para cumplir un propósito diferente: venganza.

La casa solo tiene un metro de ancho

Según una leyenda local, la Casa del Rencor se construyó en los años 50 tras una disputa entre dos vecinos. En aquella época, era común que los sicilianos ampliaran su residencia añadiendo un piso más. Para ello debían obtener el consentimiento de sus vecinos de al lado. En este caso, el propietario no consiguió la aprobación de uno de sus vecinos. El vecino en cuestión no quería que se obstruyera la vista de las extensas montañas desde su ventana. El propietario decidió vengarse y encontró un pequeño resquicio.

Aunque necesitaba el permiso del vecino para levantar la casa entre las propiedades existentes, sólo debía respetar la distancia mínima entre ambos edificios. Así que siguió adelante y construyó su delgada morada. Según el Sicilian Post, la casa "no tiene valor" y está prácticamente vacía por dentro. Cuenta con un piso y una escalera y es "tan estrecho que dos personas no podrían entrar juntas".

Para empeorar las cosas, la parte trasera de la casa se pintó de negro, reemplazando las pintorescas vistas con una fachada extra aburrida.  Hoy en día, el lugar se convirtió en un popular destino turístico.