El retroceso de la educación pública en los niveles primario y secundario, pero no en el universitario. Baja ponderación de la escuela, pero alta de las facultades. La identificación de la comprensión de texto y la correcta expresión escrita como principales déficits vinculados a la enseñanza. Un contundente respaldo a la Eduación Sexual Integral en las escuelas. Esas son las principales conclusiones que surgen de los resultados del sondeo de opinión sobre las percepciones que la población de Rosario y la región tiene sobre el tema educación, realizado por Rosario3 y MEC Consultores.

La encuesta online entre los visitantes y seguidores de la web y las redes sociales de Rosario3 se desarrolló entre el 8 y el 14 de mayo de 2023. Participaron 1.905 personas. Este es el segundo de una serie de sondeos sobre temas de interés de la ciudadanía que se elaborarán durante todo el año. El primero fue sobre seguridad.

Ya en los datos de clasificación se ve cómo la histórica tradición de educación pública que siempre caracterizó a la Argentina cedió espacio en las últimas décadas. La mayoría de los encuestados de más de 50 años asistió a instituciones educativas de gestión pública (casi el 60%), mientras que ese índice baja a 48% entre los de 31 y 50 años y a 34% entre los entrevistados menores de 30 años. Sin embargo, casi la mitad de los encuestados que tienen hijos en edad escolar contestó que lo mandan a una institución estatal. 

Tanto la escuela primaria como la secundaria son vistas, en general, con descontento. El 63 por ciento cree que el nivel de la primaria es de regular a muy malo. En el secundario esa mirada abarca al 76%. En cambio, el 61 por ciento entiende que el nivel de la universidad es bueno o muy bueno.

La mayoría de los encuestados opina que las habilidades con mayor déficit en la enseñanza están vinculadas a la comprensión de texto (78%) y la correcta expresión escrita tanto en términos de ortografía así como redacción (42%). Ambas cuestiones linkean, en su origen y en sus consecuencias, con la crisis de empobrecimiento e inseguridad de la sociedad toda. Imposibilitados del uso de la palabra, sin capacidad de diálogo, todo conflicto se dirime de manera violenta. Pero además, las mismas escuelas están dentro del circuito de amenazas y balaceras, lo que perjudica el normal desarrollo de las actividades educativas, algo que se verifica dolorosamente estos días con los colegios cerrados.

Ambas habilidades históricamente fueron el eje de la enseñanza en los niveles básicos. Es decir, se esperaba que aquel ciudadano que aprobaba los niveles primario y secundario aprendía a leer, interpretar lo que leía y lograba expresarse correctamente en forma escrita. Esto explica la baja ponderación hacia la escuela en general y la idea, que expresa un 80% de los consultados, de que está peor que hace diez años.

A la hora de evaluar los principales problemas que enfrenta la escuela, las opción más elegida fue la falta de un rumbo claro en política educativa (44% en primaria y 46 en secundaria), mientras que en la primaria también sobresale la formación docente (34%) y en la secundaria los programas de estudio (38). En éste último nivel también aparece con peso la falta de disciplina o reglas claras en las escuelas (29).

Además, el 90 por ciento de los encuestados está de acuerdo o muy de acuerdo en que se debe sostener la repitencia o reforzar contenidos para quienes no alcanzan los objetivos y 63% cree que la escuela da herramientas del siglo veinte para los problemas del siglo veintiuno. Más de la mitad dice haber tenido que pagar clases particulares para reforzar el nivel educativo de sus hijos.

Sí hay una gran conformidad con el dictado de nuevos contenidos y en ese sentido el respaldo a la Educación Sexual Integral (ESI) es contundente: 88 por ciento está de acuerdo o muy de acuerdo con que se trabaje la cuestión en el aula. No es poco en momentos en que sectores conservadores y hasta un candidato presidencial, Javier Milei, llaman a eliminarla. 

¿Pública o privada?

Dentro de la crítica a la escuela, la privada sale algo mejor parada: 52% cree que es mejor que la pública a nivel primario y 53 a nivel secundario.

Un 32 por ciento de quienes mandan a sus hijos a la escuela pública respondieron afirmativamente a la pregunta de si habían pensado en cambiarla a la privada, con dos motivos sobresalientes: la calidad educativa (66%) y para evitar paros (55). Entre los que tienen hijos en la escuela privada, 21% ha pensado en cambiarla a la pública.    

Nivel superior

Distinta es la percepción de los encuestados sobre la educación superior, donde sobresale el prestigio de la universidad pública.

Los datos en ese sentido son contundentes: 88 por ciento cree que la universidad argentina forma profesionales competentes que pueden incorporarse al mercado laboral extranjero. Y 72% que el universitario es el nivel educativo de mayor calidad. A diferencia de lo que pasa con las escuelas, solo 21% piensa que la universidad privada es mejor que la pública.

Ante esto, 66% de los encuestados cree que los profesionales que allí se forman deben devolver de algún modo a la sociedad la formación que reciben en la universidad pública y 81 por ciento está de acuerdo o muy de acuerdo en que quienes vienen desde el extranjero a estudiar una carrera de grado en la Argentina deben pagar aranceles o brindar alguna contraprestación.

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