River sufrió al Atlético Mineiro de Brasil y fue goleado por 3-0 en Belo Horizonte el martes a la noche, en el partido de ida por las semifinales de la Copa Libertadores. La revancha, en la que deberá dar vuelta un resultado muy adverso, será dentro de una semana en el estadio Monumental. 

Con dos goles de Deyverson, que jugó con los nervios del rival y con el público local a favor, y otro de Paulinho, el Galo liquidó al Millonario de Marcelo Gallardo, que no había perdido en la presente edición del torneo y buscará una remontada histórica para obtener un lugar en la final continental. 

A los 22 minutos del primer tiempo, Mineiro pudo salir de contraataque con Hulk, quien se sacó de encima a Germán Pezzella con el hombro y se la cedió a Deyverson: el delantero dejó en el camino a Armani con facilidad y convirtió el primero.

En apenas 4 minutos del complemento, el equipo de Gabriel Milito hizo un muy buen trabajo y estiró la diferencia en Belo Horizonte. Primero, Gustavo Scarpa le puso un gran pase a Deyverson para su doblete y, tras un error en un lateral, Paulinho convirtió el 3-0 ante un River atónito e inoperante.

Además de con goles, el delantero platinado regó el césped de provocaciones. Por ejemplo, cuando rechazó de cabeza una pelota y gritó la acción como si fuera un tanto. O cuando amagó con jugar rápido un tiro libre, se frenó, estiró y se corrió del lugar. Hasta se arrodilló frente al árbitro para pedirle una amarilla a Miguel Borja. Pero hubo más: arengas constantes a los hinchas para que participaran desde las tribunas y simulaciones. 

Hablé con los jugadores y soy un poco parecido a los argentinos, a los que les gusta la catimba; cuando van ganando hacen tonterías, sonrisas. Cuando están perdiendo se calientan, pero ellos tienen que mirar lo que hacen también, porque cuanto están ganando hacen lo mismo. Yo soy así, pero con mucho respeto. Dentro de la cancha yo voy a defender mi escudo. Yo soy así, peleo, lucho por la pelota y voy a ser así siempre”, describió su forma de jugar el delantero.

(EFE)

“Le tengo mucho cariño”


En una nota con el diario Olé en 2023, el verdugo de River en la Copa había confesado su fanatismo por Boca: "La verdad que le tengo mucho cariño a la Bombonera por Maradona y todo lo que hizo a nivel mundial. También por todos los jugadores que jugaron en Boca: Carlitos Tevez, Cavani, Riquelme… Para mí sería una ilusión jugar en Boca (...). Pfff, te lo juro por Dios, si gano una Libertadores con Boca sería un Deyverson de la hostia. Una locura de la hostia. Imaginate ser campeón de la Libertadores y llegar a la Bombonera con todos los hinchas cantando. Ojalá yo pueda jugar en Boca y ganar la Libertadores".

En 2022, el goleador de 33 años estuvo de vacaciones por Buenos Aires y no perdió la oportunidad de visitar la Bombonera. "Pedí una camiseta de Boca con mi número, el nueve, con el sueño de que ojalá pueda jugar en Boca como delantero", recordó. El destino finalmente lo llevó al Mineiro pero, de una forma u otra, les terminó arrancando una sonrisa a los xeneizes.