Rosario Central logró una gran victoria este martes ante Internacional de Porto Alegre por 1 a 0 en el Gigante de Arroyito por la ida de 16avos de final de la Copa Sudamericana 2024. Era un choque fundamental para los canallas que buscaban imponerse de local para llegar con ventaja a la revancha en Brasil. El gol de Jaminton Campaz le dio justamente eso que buscaba.

El Canalla necesitaba recuperar su imagen tras el traspié de Copa Argentina. Pero el primer tiempo pareció una continuidad de lo que se vio en Vicente López. 

El primer tiempo fue para combatir el insomnio. Los dos fueron pasivos, los dos jugaron a que ver que hacía el otro. No arriesgaron nada. Las dos únicas acciones de riesgo del partido, una por lado, fueron una isla en medio del océano. 

Central no tuvo juego: Lovera pidió mucho la pelota, pero la perdió casi siempre. Campaz solo pudo desequilibrar una vez con un remate que se le fue afuera sobre el primer palo. Ruben y Copetti estuvieron sumamente aislados. Lo mejor del equipo fueron Mallo y Quintana en la contención de Alario. 

Ocurre que el rival tampoco propuso nada. Se encontró con una chance clara, cuando Bruno Henrique la tomó en la puerta del área y su remate dio en el travesaño. 

Central tuvo su chance con un disparo de Mauricio Martínez que el arquero Rochet sacó en una gran atajada. Pero también fue un disparo hijo de un rebote. Poco de los dos. 

En el segundo tiempo, Central mostró otra cara. Desde el mismísimo arranque del complemento se vio una mayor movilidad. Jonatan Gómez contagió en la presión y la dinámica. Pero antes de merecerlo, el Canalla logró la ventaja. 

Un rechazo alto y lento de la defensa local hizo que Campaz fuera a presionar a Igor Gómez. Lo movió en el aire y se llevó la pelota mano a mano. Encaró a Rochet y definió como había que hacerlo. 

La victoria parcial hizo que el equipo de Russo encontrara una receta. Replegarse un poco y salir con velocidad y dinámica. No brilló, es cierto. Pero ante la pasividad de su rival, con poquito le alcanzó. 

Incluso tuvo la chance de aumentar con un cabezazo de Mallo que se fue a mílitros del caño izquierdo de Rochet. 

El triunfo fue exiguo pero vale igual. El primer paso está dado. El equipo necesitaba un triunfo en casa y lo consiguió. La historia es larga y terminará el próximo martes en Brasil. Por ahora, la serie está inclinada para los rosarinos.