La tiña capitis es una infección causada por el hongo Trichophyton tonsurans y, como afecta al cuero cabelludo, se hizo conocida como “el hongo de las barberías”, también por el habitual contagio en este tipo de locales.

En Rosario se han extendido los casos en los últimos meses y a nivel nacional –ya desde inicios del año pasado– la Asociación Argentina de Microbiología emitió una alerta para advertir que hay un brote de casos en “personas que van a barberías o peluquerías a realizarse cortes de pelo que implican rasurados”.

La dermatóloga Gabriela Fontana explicó en el programa Podría ser peor (Radio 2) que es un hongo “muy común” en nuestra zona “húmeda y cálida”.

En ambientes como el rosarino “prolifera con facilidad” y además es un hongo “altamente contagioso que necesita atención de especialistas”, según la experta.

“El hongo puede aparecer en cualquier zona del cuerpo donde hay pelo: el cuero cabelludo, en los genitales, en la zona inguinal”, añadió Fontana y dijo que a las personas contagiadas les “pica, arde y molesta”. 

El referente de la Cámara de Titulares de Salones de Peluquería y Afines de Rosario, Enzo Sagasti, agregó que la proliferación de esta afección “no es algo nuevo, pero sí hay un aumento de consultas médicas en los últimos meses”.

“Recomendamos que ante la presencia de un cliente con este hongo, el peluquero le pueda explicar que no es recomendable atender y aconsejar que vaya a ver a un dermatólogo para iniciar un tratamiento”, dijo Sagasti reconociendo que aunque puede parecer “una conducta antipática” en realidad es una medida para cuidar la higiene y la salud de todos los clientes.

Para los peluqueros, barberos o coiffeurs el consejo es limpiar y desinfectar los elementos de trabajo después de cada corte.

“Hay líquidos específicos para la limpieza de las herramientas de trabajo, hay espráis para las cuchillas de la máquina o las tijeras. La tarea es similar a la esterilización que hace el cirujano, es sencillo de hacerlo”, detalló Sagasti.

“Nosotros no podemos evitar que el hongo aparezca, pero sí que se propague. Después de cada corte hay que lubricar las cuchillas, limpiar los elementos así no haya hongos”, manifestó.

Finalmente, Sagasti descartó que la propagación del hongo tenga vinculación a los cortes de moda o los rasurados porque “también el peine te toca la piel” y podría ser un vehículo de contagio. “Es una cuestión de que las herramientas están en contacto con la piel y si no higienizan los elementos se corre el riesgo de propagar el hongo”, concluyó.