Tras la detención de cuatro integrantes de la Brigada Motorizada por un operativo irregular, el fiscal Pablo Socca detalló la gravedad de los hechos y resaltó la contundencia de las pruebas. Aunque destacó que este tipo de conductas no es lo usual en la Policía, consideró que los agentes detenidos tenían un modus operandi que podría ser habitual en ellos.
“Uno trabaja con la Policía en muchos casos resonantes y, en general, se trabaja bien. Esto no es normal, pero quizás para este grupo de personas sí lo era”, sostuvo Socca en diálogo con Radiópolis (Radio 2). “La propia dinámica de todo lo que sucedió me lleva a pensar que esta no es la primera vez que hicieron esto”, enfatizó.
El fiscal reveló que al momento de la detención de los acusados, uno de ellos estaba en servicio portando una réplica de arma de fuego. “Yo no tengo ni que explicar para qué un policía de calle tiene una réplica de pistola. Es más que obvio: para plantarla a alguien y armar una causa”, subrayó.
Un operativo que involucró a más agente.
Según Socca, en el procedimiento ilegal participaron más policías de los que inicialmente fueron imputados. "A estos cuatro policías que hicieron esto, la persona se les escapó y los había filmado mientras hacían el allanamiento ilegal. Por eso se desesperaron en ir a capturarlo y se armó un operativo donde acudió al lugar un número exorbitante de policías. Todos destinados a la cacería de este muchacho para conseguir ese teléfono y borrar pruebas", relató.
El fiscal aseguró que actualmente están investigando el rol de otros efectivos que intervinieron: “Hubo policías que participaron quizás genuinamente por la información que recibieron por radiofrecuencia, pero otros colaboraron de manera activa en esta cacería”.
Durante el allanamiento ilegal y posterior detención, el joven fue golpeado en la comisaría para intentar obtener la contraseña de su celular donde tenía las filmaciones. Dicho dispositivo apareció más tarde en la vivienda de uno de los acusados. “Son pocos los casos donde uno investiga a la policía y cuenta con tanta evidencia. Este es uno de ellos”, resaltó.
Audiencia y conflicto con familiares
En la audiencia realizada, familiares de los policías detenidos increparon al fiscal en la puerta del Centro de Justicia Penal. Ante este hecho, Socca solicitó el relevamiento de las cámaras de seguridad para documentar las amenazas recibidas. “Entiendo a la familia, pero no tienen que estar enojados con la fiscalía, sino con los policías detenidos que cometieron estos delitos”, expresó.
Socca también reiteró que el pedido de DNI y los controles callejeros son herramientas importantes y avaladas por la fiscalía, pero aclaró que este caso no puede incluirse dentro de esas prácticas legítimas. “Aquí, después de verificar que la moto en la que circulaba esta persona no tenía pedido de captura, decidieron ir a su casa. Fue un proceder grosero y burdo. Lo robaron, lo golpearon y eso quedó probado en la audiencia”, explicó.
Finalmente, Socca reflexionó sobre la importancia de fortalecer políticas públicas para respaldar el accionar legítimo de las fuerzas policiales. “Todos en esta ciudad queremos volver a la normalidad. Por eso, son necesarias políticas de control y presencia en la calle. Sin embargo, lo sucedido aquí no fue eso. Fue un abuso que debe ser investigado a fondo”, concluyó.