Un trapito apodado Chucky quedó detenido en prisión preventiva sin plazos tras ser imputado este jueves por el homicidio calificado por alevosía de Matías Abraham, otro habitué del sector de bulevar Oroño en la franja cercana al río Paraná. El acusado quedó filmado cuando le destrozó la cabeza con una piedra a la víctima, con quien se había peleado y ya se encontraba fuera de combate y tendido en el suelo. La gresca fue desigual: Chucky tuvo la asistencia de su hermano, hoy todavía prófugo, que torció el resultado.

Chucky es el apodo de Jonatan Exequiel Sala (25), un trapito oriundo del norte del país y con domicilio en barrio Travesía, conocido por mantener el hábito de aspirar poxi-ran. Su operatoria era en la franja de Oroño entre Salta y Jujuy, donde copaba la parada junto con su hermano y su cuñado apodado Tingo, confiaron testigos de la causa.

Abraham, de 34 años, había vivido días mejores, pero las adicciones y la mala vida lo llevaron al delito. Por el robo a un taxista a mediados de 2019, pasó casi cuatro años preso, hasta que regresó a cuidar autos en Pichincha. En enero pasado, señalaron testigos, estaba prácticamente en situación de calle.

El 20 de enero ambos tuvieron un encontronazo en Oroño y Brown. Un testigo de la investigación del fiscal Alejandro Ferlazzo señaló que Chucky apareció en Alvear y Jujuy preguntando dónde estaba una bolsa con ropa y cuando se cruzó a Abraham comenzaron a pegarse. Todo ante la mirada de decenas de testigos que en verano caminan por el bulevar.

Abraham, pese a estar “amanecido” (sin dormir), tenías las de ganar, y prácticamente la pelea había terminado –tenía a su contrincante en el piso– cuando un hermano de Chucky apareció y lo derribó de una patada en la cabeza. El golpe fue de tal magnitud que Abraham perdió el conocimiento.

La siguiente fue una escena perturbadora, que quedó registrada en la cámara de un edificio de Oroño al bis, mano oeste. Chucky tomó dos bloques de cemento y golpeó a Abraham unas cinco veces, con claras intenciones de matarlo.

“En el lugar había mucha gente viendo que le gritaba que pare, pero él no paraba”, dijo uno de los testigos.

La ambulancia llegó minutos después de las 19 y trasladó a la víctima al Heca, donde quedó en terapia intensiva en estado crítico. El 1º de marzo informaron su fallecimiento por traumatismo de cráneo. Nunca había recobrado el conocimiento.

La causa tuvo un parate hasta abril. Ese mes un amigo de Abraham –que el día de la agresión llegó a asistirlo cuando ya era tarde– identificó formalmente a los agresores. Entre los trapitos de la zona, sin embargo, siempre se supo quiénes habían sido los autores. Por una especie de pacto de silencio y el resquemor a la ley prefirieron callarse. “Son los que cuidan coches en la otra cuadra; el que le pegó es el que jala poxi-ran”, se decía entonces, sin mencionar nombres propios.

Los hermanos Sala fueron allanados esta semana en la zona del puente de Sorrento y Travesía. Los brigadistas de la División Homicidios de PDI sólo encontraron a Chucky. Hoy, el juez Rafael Coria lo dejó detenido por el plazo de ley, bajo calificación de homicidio calificado por alevosía, que podría deparar una dura pena en el futuro.