Dos semanas sin tener noticias sobre el paradero de Sofía Delgado, la joven de 20 años que fue vista por última vez cuando salió de su casa de San Lorenzo –en la que convive con sus hermanos– para ir a un kiosco al que nunca llegó. Desde el 30 de octubre, sus familiares iniciaron un largo periplo para encontrar respuestas, información que les marque dónde está. La investigación que lleva adelante el fiscal Carlos Ortigoza tuvo varios movimientos en los últimos dos días, con allanamientos en los que fue detenida una pareja y donde se secuestraron elementos importantes para su análisis, como es un juego de sábanas con una manchas de sangre, una campera. Posteriormente se dio el hallazgo de un 308 gris que podría estar relacionado con la causa.
El legajo mantiene medidas en reserva, por lo delicado del caso y para no alertar a las personas que están bajo investigación. Como ya dijo el fiscal el viernes de la semana pasada en conferencia de prensa, tiene “un abanico de hipótesis” sobre la desaparición. En ese contexto, dio un dato que resulta relevante para el caso: la actividad que marcó la línea telefónica de la joven. “De su celular tenemos constancia de actividad hasta las 23.20 (del 30 de octubre). Se desconecta de una antena de San Lorenzo, va hasta Puerto San Martín, vuelve a San Lorenzo y ahí fue el último rastro. Después no tiene actividad”, señaló.
La primera muestra de una de las líneas de investigación la exhibió este martes, cuando ordenó allanar domicilios de San Lorenzo y Puerto San Martín, donde se incautaron las sábanas y una campera. De allí surgió el dato de que Alejandro José B. (35), a quien buscaban, actualmente estaba en Pergamino. Vía exhorto de la Justicia sanlorencina, la DDI de esa localidad bonaerense irrumpió en un departamento, donde detuvo al hombre y a su pareja Miranda L. (29).
Sobre las sábanas cabe una aclaración. Todos los indicios dan cuenta de que tienen sangre, pero es científicamente difícil de determinar hoy si es de Delgado. Por un lado, porque el estudio de ADN demora, y segundo, porque habría que cotejarlo con una muestra que no tiene la Justicia.
Que Alejandro B. y Sofía se conocían es algo que dijeron tanto los investigadores policiales como la abogada de la familia Noelia Borletto. “Es una persona de su círculo”, comentó Borletto este martes en De boca en boca (Radio 2). Es por eso que una hipótesis es que la joven salió para encontrarse con él, quien podría estar relacionado con la desaparición.
Alejandro B. y Miranda L., que iban a ser trasladados este miércoles a San Lorenzo, no van a ser imputados a la brevedad. El fiscal posiblemente se tome 15 días, plazo habilitado a partir de la reforma del Código de Procedimiento Penal, para acusarlos en los Tribunales de esa ciudad, donde dará a conocer públicamente qué sospecha recae sobre ambos, que podrían no ser los únicos sospechosos.
De todos modos, las líneas de investigación no se agotan en un posible encuentro entre la joven con el sospechoso, y el fiscal aguarda por el resultado de otras medidas.
Por otra parte, después de que el fiscal dijera que un auto habría sido captado por las cámaras de vigilancia en cercanías al domicilio de Sofía cuando ella sale por última vez de su hogar, y de que se hicieran las detenciones y nuevas movilizaciones, un hombre se presentó este martes en la comisaría de Puerto San Martín para informar que en un taller de su propiedad estaba un 308 gris que podría ser el auto mencionado.
El vehículo fue secuestrado en el galpón de Corrientes al 100 de Puerto San Martín y será sometido a pericias de laboratorios y rastros. Además, se analizará si es el mismo que aparece en las filmaciones.