Gustavo Gorosito saca una foto de un portafolios repleto de recuerdos y huellas de los 54 años de aire continuo del programa “Campeones del volante”, el más antiguo de la radio rosarina y uno de los más viejos del país. Entre esos tesoros emerge la vieja imagen en blanco y negro de este hombre que es emblema del periodismo automotor cuando era un niño de apenas cinco años. Él jura que ese día de febrero de 1950 empezó todo.

Y cuando lo cuenta, en la charla para el podcast “Desde la redacción”, refleja su otra pasión: la radio. Tanto que lo primero que recuerda es un sonido y recién después viene la imagen: “Se pinchó la cubierta del auto número 15 y no puso ni el gato porque lo levantó la gente, que le sostenía la cupecita”.



Y desde ese momento, junto a su primo Alberto Manera, al lado de ese camino de Sunchales, por donde pasaba “La vuelta de Santa Fe” del Turismo Carretera, selló su destino. El 1º de abril de 1968, Manera y Gorosito crearon el programa que lo llenó de experiencias y relatos que ahora, en la entrevista, le hacen mover las manos. Golpea el micrófono en el estudio y entonces, pícaro y con oficio, introduce el error en su historia y dice: “Se escuchaba el ruido de los árboles como acá”.

Manera con 14 ños y Gorosito con 5, en 1950.



Con la imaginación y la improvisación como herramientas de un oficio que se fue transformando, Gorosito transmitió varias carreras que quedaron en la historia. El día que Carlos Reutemman se quedó si nafta en la Fórmula 1, a poco de llegar, él fue testigo desde un palco del autódromo de Buenos Aires.

“Vi un punto blanco que era su Brabham pero no sabíamos que había pasado”, rememora sobre aquel momento de enero de 1974. Juan Domingo Perón ya estaba en viaje en helicóptero desde Olivos al autódromo para celebrar lo que al final fue desazón.

Reutemann no quería saber nada pero lo convencieron para que vaya a palco oficial. El presidente lo estaba esperando. Relata Gorosito: “Perón lo vio tan compungido que le dijo que no tenía nada para regalarle, lo que era su costumbre, pero tenía la lapicera fuente estilográfica y le dice: «Lo que tengo es esto, tomé, le regalo esto»".

“Y Reutemann después usó esa lapicera para firmar los decretos cuando asumió y fue dos veces gobernador y como senador nacional. La guardó siempre porque lo sorprendió el gesto de Perón”, asegura el periodista que además tuvo una relación cercana con el ex piloto y político santafesino.

Leyendas sobran en esta charla: su viaje a Alemania para cubrir el demencial circuito de las “84 Horas de Nürburgring” con Juan Manuel Fangio, la maniobra “heroica” para eludir el Rosariazo en 1969 y salir al aire o la imaginación para “completar” un carrera de Oscar Popy Larrauri. Todo se enlaza con una premisa, una suerte de secreto profesional: “No podés parar, nunca, tenés que seguir informando, esa es la función del periodista”.

Austria, 1980. Con Larrauri en la Fórmula 3 Europa.



A sus 78 años, Gorosito sostiene su pasión al frente de “Campeones del volante”, siempre en Radio 2. Su experencia une casi seis décadas de cambios acelerados: desde aquellos primeros años en donde usaban los alambrados de los campos para suplir la ausencia de cables en las transmisiones en vivo de las carreras regionales a este presente con la facilidad de las redes sociales.



"La radio es compañera y un gran medio de comunicación, que da pie a la imaginación del oyente”, dice y sin renunciar a la vieja escuela planta bandera ante el periodismo autorreferencial: “Nunca hay que sentirse estrella, algunos no lo entienden, la vanidad los afecta un poco; la estrella es la información y el servicio para la gente anónima”.


"Campeones del volante", el programa que se mantiene al aire los domingos a la noche, pasó las bodas de oro y va por más.

La charla para "Desde la redacción" se puede escuchar en esta nota o desde Spotify y Google Podcast.