Año 2013, un grupo de amigos y un deseo: hacer radio. Convirtieron una habitación en estudio provisorio y se lanzaron al mundo virtual. Así nació Planeta Cabezón que primero fue solo un programa y hoy, diez años después, es una asociación civil que produce de manera autogestiva contenido audiovisual para comunicar.
Artistas, productores, estudiantes de periodismo, gente que siempre anheló sentir la emoción de un micrófono prendido y pudo cumplirlo gracias a la primera radio cien por ciento online con espacio físico de la ciudad, oyentes y socios que mes a mes colaboran económicamente para que el espacio siga adelante se reunirán este sábado 18 de febrero en el explanada del Museo Macro (Oroño y el río) para celebrar los 10 años de Planeta Cabezón y así colaborar para que el multifacético espacio se mantenga de pie en medio de la crisis cultural que atraviesa la ciudad.
El proyecto del grupo de amigos creció y se expandió gracias a la euforia trasmitida por sus conductores, esa posibilidad de sumergirse al mundo radial y con el compromiso de difundir la cultura de Rosario. Tanto así que, al poco tiempo de su creación dejó de ser solo un programa para convertirse en un estudio que invitaba a rosarinos a sumarse a la propuesta. Por dos meses te regalaban la posibilidad de hacer radio gratis.
Los inicios
Mendoza 1313 fue el primer espacio físico del proyecto y el lugar donde comenzaron a realizarse los Festivales Cabezones, única fuente de ingreso porque lo que siempre caracterizó a la idea fue la autogestión.
Con una grilla radial armada, en 2015 inauguraron los streaming. Cada domingo transmitían por el canal de YouTube un programa audiovisual, algo novedoso para entonces. Y por el boca en boca, los artistas comenzaron a golpear las puertas del espacio para difundir su contenido.
En plena crisis económica, Planeta Cabezón debió mudarse y volver a empezar en nueva sede: Callao 120 bis. Una vez acomodados y listos para seguir creciendo, surge la pandemia por coronavirus obligando a los integrantes del equipo a discutir posibilidades: continuar o no con la radio, los contenidos y las participaciones en eventos artísticos
Lejos de aflojar, desde Planeta fueron por más. Recibieron nuevos programas, incorporaron la APP para escuchar la programación desde cualquier lugar, adquirieron nuevos equipamientos, trabajaron en la web y el compromiso de convertirse en Asociación Civil. Superaron la ola de aislamiento y en la actualidad están trabajando colectivamente para sobrevivir a la tercera etapa del proyecto: trasladar el estudio a una nueva locación que requiere de muchas remodelaciones.
“La nueva casa que habitamos es parte del Patrimonio Histórico de Rosario y, como tal, requiere de constantes remodelaciones estructurales que resulten aptas para instalar un estudio de radio, una cabina de operación y una sala de producción, así como la mejora de los espacios comunes e instalaciones de esparcimiento para sus trabajadores”, describieron en la gacetilla enviada.
Con la cuota que oyentes e integrantes de Planeta Cabezón abonan cada mes, se paga el alquiler y se costean algunos gastos básicos, pero se necesita mucho más para acelerar la puesta en marcha y que los micrófonos vuelvan a encenderse cuánto antes. Por eso organizaron el cumpleaños número 10 de la actual asociación civil con una gran fiesta en la explanada del museo Macro con entrada libre y gratuita.
El evento contará con radio y shows musicales en vivo, así como stands de venta de comidas, bebidas, merchandising y emprendimientos. Con una organización completamente autogestiva, y tras haber resultado ganadores en la convocatoria “Festivales Argentinos” del Ministerio de Cultura de la Nación, el FestiCabezón se propone como una instancia de encuentro, pretendiendo hacer un repaso por el registro material de Planeta Cabezón junto a artistas emblemáticos que darán cuenta del recorrido que transformó el escenario cultural de Rosario en los últimos años, pero también le brindará la posibilidad a nuevos artistas de la ciudad para expandir y mantener en movimiento a la cultura local.
