El fútbol argentino va llegando al final de la temporada 2023, ya Arsenal descendió y todavía falta que se acomoden el resto de los movimientos. Est. domingo se conocerá al primer equipo que logre subir a la máxima categoría cuando se enfrenten Independiente de Mendoza y Almirante Brown en el Mario Alberto Kempes de Córdoba.

"Es una satisfacción en lo personal y una alegría para los hinchas y socios de Independiente porque es un logro histórico llegar a esta instancia", aseguró el presidente de la institución mendocina, Daniel Vila, en diálogo con Rosario3.

Independiente tendrá, al igual que Almirante Brown, la gran posibilidad de llegar a la elite por primera vez en su historia: "Habíamos jugado los viejos nacionales siendo protagonistas, pero nunca ha estado en Primera División en la Liga Profesional, por eso digo, es un momento histórico en estos 110 años de vida del club".

En 2013, Vila había dejado la actividad política en el club debido a que hinchas enfurecidos habían arrojado bombas molotov cerca de donde se encontraba con su familia. Eso hizo que haga un replanteo de su continuidad como dirigente.

"Yo arranco en el 2005 y en 2007 ascendemos al Nacional. Quería cambiar el fútbol argentino, quería ser presidente de la AFA, y evidentemente no me fue bien. No tuve la suerte de lograrlo y eso me trajo otras consecuencias: mucha violencia y cosas espurias que no me gustaron. Un día que estaban mis hijos en el club tiraron bombas molotov y allí me dije 'qué estoy haciendo, estoy poniendo en peligro a mi familia', hasta ahí llegué y me fui del fútbol", recordó el empresario. 

Pero esas cosas de la vida, de la pasión y el amor por los colores de un club; sumado a las ganas y experiencia que tenía, quiso regresar. Habían pasado 10 años y creía que era el momento de hacer resurgir a Independiente y ponerlo de pie. Por eso no dudó en tomar cartas en el asunto, llamar a un grupo de amigos que creyeron en la idea, formaron una comisión, se presentaron a elecciones, las ganaron y ahora están a un paso de ascender.

"Lo primero que me paso es que fui a la cancha después de mucho tiempo y vi el estado que se encontraba la institución y dije 'algo tengo que hacer'. El sentimiento, o la pasión, me llevó a regresar y hacer algo. Armé una comisión directiva, nos presentamos a elecciones, pusimos de nuevo de pie al club más grande o uno de los más grandes, como es mi querido Independiente", contó.

Tuvo que armar una comisión, buscar técnico, jugadores y apostar de nuevo a un proyecto que sea creíble y empezar a trabajar de cara a un objetivo importante que era intentar llegar a la final para el ascenso. Llegó y está a un paso de lograrlo. Comenzó a ver jugadores del ámbito local y del extranjero, y su ojo clínico y como dice él, un poco de suerte, hizo que acertara con el goleador de la Primera Nacional, Alex Arce, que convirtió 26 tantos y ya está en la mira de varios equipos argentinos.

"Sí, tuve ojo y un poco de suerte también. Es un gran jugador, dotado físicamente, técnicamente, le pega bien, cabecea bien y fue una gran apuesta, anotó 26 goles en 29 encuentros".

En el 2007 intentó llegar a presidir la casa madre del fútbol argentino, pero no le salió como lo pensó. Le trajo más complicaciones que felicidad. Ahora ve un gran cambio, algo que se da despacio y los frutos se están viendo desde la Selección Nacional hasta en las distintas categorías.

Al menos así lo ve Vila: "Al presidente Tapia le tengo respeto porque lo que hizo por el fútbol argentino ha sido muy importante. No de casualidad se dan los triunfos, es porque hay un trabajo atrás que lo sostiene, lo consolida y es una AFA que está en un proceso de transición, que viene mejorando en los últimos años", dijo.

Y agregó: "Hubo un recambio dirigencial y también un recambio en lo deportivo con la cantidad de clubes que militan en las categorías profesionales como la Primera Nacional, es una gran cantidad de clubes del interior que se han incorporado a este torneo. Esto marca una tendencia de lo que se quiere y es un fútbol federal y no todo concentrado en la Capital Federal y eso es algo diferente, y así como te digo que también hay cambio en las estructuras".

A su vez, fue crítico con la cantidad de equipos que hay. No solo en la máxima categoría, sino también en la segunda división: "Creo que vamos a contramano de las ligas del mundo. En la Primera Nacional superamos los 30 equipos, pero más grave que la cantidad es el escaso premio. Cuando vos tenés mayor cantidad de posibilidades de ascensos y descensos también tenés más motivación". 

"Si te toca la mala suerte de descender, no lo vivís como una desgracia porque tenes más posibilidades de ascender. Lo programas para un par de años y podés ascender y eso le saca dramatismo al fútbol. Creo que son las cosas pendientes para cambiar en la Argentina".

"Los cambios vienen. Tanto se rumoreó que Independiente y Almirante subían los dos sin jugar el partido y no es así. Tenemos que jugarlo. Fue todo mentira, fue especulación de alguno en redes".

El presente político del país

 

"Lo veo con turbulencia y preocupación. A 40 años de la recuperación de la democracia, lo lógico hubiese sido respetar las reglas de juego para todos. Estamos en camino de un balotaje y lo ideal hubiese sido en un país normal. Uno de los candidatos, el elegido por la gente, ganara y el otro hubiese estado dispuesto a acompañar al que gane. Y el que gane convocar a la unidad, convocar para que haya determinadas políticas de estado, para poder salir de este momento. No es lo que está ocurriendo. La eventual ruptura de Juntos por el cambio y del Pro hace que el panorama político actual sea incierto".

"Fue una jugada desafortunada la que hizo el expresidente Mauricio Macri. No hace falta que, a veinte días de un Balotaje se genere esta revolución. Genera un clima hostil. Nadie quiere más enojos, hay que bajar imagen y discurso esperanzador, es preocupante.