Las principales cámaras empresarias vinculadas a la hidrovía le enviaron una carta al subsecretario de Puertos, Vías Navegables de la Nación, Iñaki Miguel Arreseygor, reclamándole que active el proceso de licitación de la vía navegable, tal como prometió el gobierno de Javier Milei.

Es que, además de las demoras en llamar a licitación, los empresarios están preocupados por las versiones de que una alternativa en estudio sería extender el contrato de dragado a la prestadora actual, la belga Jan de Nul, cuando los usuarios privados del sistema troncal de navegación requieren, además de que la administración de la hidrovía (y no, como ahora, el servicio de navegabilidad) pase a manos privada, que se definan nuevas y millonarias obras que le den más eficiencia al movimiento fluvial, lo que viene atado a una nueva licitación con nuevos requerimientos de obras a la dragadora. La idea de extender el contrato actual de dragado también es analizada como una fórmula de saldar una deua de 80 millones de dólares que el Estado tiene con Jan de Nul por servicios no pagados.

La carta está firmada por la Cámara de la Industria Aceitera, el Centro de Exportadores de Cereales, la Bolsa de Comercio de Rosario, la Cámara de Puertos Privados, la Cámara de Actividades Portuarias y la Cámara del Acero y fue enviada con copia al interventor de la Administración General de Puertos (AGP), Alejo Benvenuto, entidad que tiene la administración estatal de la hidrovía. 

"Como usuarios de la Vía Navegable Troncal (VNT) queremos reiterar las preocupaciones manifestadas en la reunión del Comité Ejecutivo de la Vía NavegableTroncal (CEVNT) del 6 de junio pasado y atento a las propuestas de mejoras en la vía navegable y de pago de deuda", arranca la carta que esto expone:

"1) Deuda existente con Jan De Nul (y su filial en el país llamada Compañía Sud Americana de Dragados SA) por el dragado de la VNT, que proviene de la administración anterior: Los usuarios quisiéramos dejar en claro una posición contraria a trasladar al Precio Unitario Básico del peaje por el servicio de dragado y balizamiento, el pago de dicha deuda. Ese hecho no solo pone en cabeza de quien no corresponde dicho pago, sino también porque entendemos que debería ser abordado del mismo modo que el Estado Nacional lo hizo con deudas de la administración anterior respecto de otro tipo de servicios.

2) Necesidad de avanzar con la profundización de la VNT. Ratificamos dicha necesidad, pero sin una propuesta que solape el pago de la deuda con una profundización de corto plazo, con un perjuicio económico ante el aumento de peaje y sin un beneficio que se refleje en el costo por tonelada transportada que es lo que finalmente le da competitividad al comercio exterior de nuestro país.

3) Que un eventual aumento transitorio del peaje como se planteara en la reunión mencionada, se torne en definitivo. Que quede instalado y termine atentando contra un potencial costo de profundización y posterior mantenimiento, alineado con los valores de mercado internacionales, a los cuales se pueden llegar a través de un llamado a licitación para los próximos 15 o 20 años.

4) Generar las condiciones licitatorias para la competencia. De modo que impida quedar vinculados a los prestadores de servicio de dragado actuales sin una validación de una compulsa de precios, lo cual podría redundar en pagar un alto costo de dragado y mantenimiento a dicha la empresa".

Situación precaria

En efecto, cuando se acabó la concesión privada, la AGP se hizo cargo de la administración de la Hidrovía, pero como no tenía capacidad técnica de prestar el servicio de acondicionamiento, contrató de manera directa a los mismos privados que hasta ese momento eran concesionarios para realizar los trabajos (Jan de Nul el dragado, y Emepa, el balizamiento) ahora como contratistas; una fórmula jurídica que la propia Sindicatura de la Nación observó. 

Para emprolijar el proceso, se licitaron ambos servicios por un plazo “provisorio” hasta que se defina, también por licitación, nuevos operadores, pero ya no para administrar y mantener lo actual sino con nuevos requerimientos de inversiones (más obras, más dragado) en una concesión que sería de largo plazo.

Emepa se impuso en esa “licitación corta” de balizamiento, que -formalmente- terminó en diciembre del 2023. Pero en lo que hace a la licitación del dragado (que es la más importante) fracasó el llamado por impugnaciones, quedando más precaria la relación contractual con Jan de Nul. En concreto, el contrato actual entre AGP y Jan de Nul tiene vencimiento cuando inicie los trabajos el nuevo operador que resulte ganador de la licitación “de fondo”. 

Por su parte, los usuarios privados de la Hidrovía (agroexportadores, puertos, siderúrgicas, navieras etc.) todavía confían en la palabra del gobierno nacional de que este año se llamará a licitación para un nuevo operador privado que llegue con un mandato de profundizar, ampliar y tecnificar la noventosa Hidrovía argentina.