La Cámara de Apelaciones en lo Penal de Santa Fe confirmó las condenas a prisión perpetua para los cuatro acusados por el crimen del ex concejal Eduardo Trasante, quien fue atacado en su casa de San Nicolás al 3600 el 14 de julio de 2020. La resolución alcanza al capo narco Julio Andrés Rodríguez Granthon, Brian Nahuel “Buba” Álvarez, Facundo Sebastián López y Alejo Leiva. 

El fallo lleva la firma de los jueces Juan Pablo Lavini Rosset, Gustavo Salvador y Daniel Curik, quienes rechazaron los recursos de apelación que habían presentado las defensas.

Rodríguez Granthon, Leiva, López y Álvarez fueron considerados coautores del asesinato del pastor, de acuerdo a la investigación impulsada por los fiscales Gastón Ávila y Matías Edery. De acuerdo a las dos resoluciones, “cada uno hizo un aporte” para que se lleve adelante el plan criminal, del que todavía se desconoce el móvil y quién fue el autor material de los disparos

El asesinato tuvo lugar el 14 de julio de 2020, cuando dos sicarios entraron al domicilio del pastor y lo mataron de dos tiros frente a su esposa Carolina Leones. Al lugar llegaron y se fueron en un Peugeot 308 blanco que había sido robado días antes en una entradera en una casa de la zona oeste. El auto fue encontrado al día siguiente sin neumáticos en la calle, en inmediaciones de Barcala y Uriburu.

Según la causa, Rodríguez Granthon fue quien encargó la compra de un auto para llevar a cabo el ataque. En ese momento, el capo narco estaba preso en la cárcel de Piñero, y luego fue trasladado. Actualmente, está en el penal federal de Marcos Paz, donde cumple sentencia por causas de narcotráfico y tiene acusaciones de lavado.

La orden del piloto civil de nacionalidad peruana se supone que fue a pedido de otro recluso con el que compartía lugar de encierro, aunque en el expediente no se hallaron pruebas para sumar a otra persona entre las imputadas

La persona que compró el auto, por encargo, fue Álvarez, ya que pudieron establecer que fue quien se hizo de las llaves del Peugeot 308 blanco que había sido sustraído en una entradera que tuvo lugar el 10 de julio en una casa de la zona oeste, en Juan XXIII y Circunvalación. La operación se concretó, se presume, por 20 mil pesos, según indicaron los fiscales. 

López también participó en la adquisición del 308. Por los indicios recolectados en la causa, fue quien hizo las gestiones para conseguirlo. Una vez consumado el homicidio del pastor, fue uno de los encargados de descartar el auto en Barcala y Uriburu, donde fue secuestrado el 15 de julio de 2020. 

Por su parte, “Patón” Leiva hizo inteligencia antes del ataque. Sacó fotos del frente del domicilio de Trasante, preparó carteles que pretendían vincularlo a supuestos abusos sexuales –que no fueron dejados en la escena del crimen– y fue quien transportó a los sicarios que cometieron el asesinato.