Si bien es "la figurita difícil" en la mayoría de las barras argentinas, la tendencia en su consumo es todo un hecho volviéndose un boom difícil de resistir. En México es una bebida de culto, tradicionalista, que escaló desde los bares más precarios hasta llegar a lo más gourmet.

Así como el tequila, se realiza con agave, con la diferencia de que el mezcal puede utilizar 21 variedades de dicha planta y no sólo el agave azul. Esto amplía su abanico de sabores y aromas, pasando por distintas texturas y sensaciones al paladar.

Mezcal (planetajoy.com)

En los últimos años, se triplicó su producción y exportación, según publicó el Consejo Regulador del Mezcal en su país de origen. ¿La clave del éxito? La gran gama de coctelería que combina sabores amargos, secos y dulces. En tal sentido, durante la primavera y el verano se usan piña o lima, pudiéndose optar también por aguas tónicas que dan sensación de frescura frente al calor.

El proceso del mezcal cuenta con distintos pasos: el corte del agave, la cocción con fuego de las piñas de los agaves, la molienda de las piñas, fermentación, destilación, todo ello sumando una gran delicadeza que caracteriza a esta tradicional opción mexicana.