Los más memoriosos recordarán a Altavista, WebCrawler y al entonces extremadamente popular Yahoo! entre los primeros motores de búsqueda de Internet de mediados de los noventa. Desde entonces, al momento de utilizar un buscador la experiencia no ha cambiado mucho y el procedimiento sigue siendo mayormente el mismo: el usuario introduce su consulta en la caja de búsqueda, el motor escanea su índice de sitios web buscando las coincidencias más relevantes y presenta los resultados listados en páginas.

A continuación, el usuario ingresa en los links propuestos esperando encontrar en ellos el que más se acerque a su petición.

Los primeros adelantos en este campo vinieron de la mano de Google, un innovador buscado. lanzado a finales de 1998. Nacido como proyecto de tesis doctoral de los estudiantes de Stanford Larry Page y Sergey Brinn, Google incorporó un novedoso algoritmo que clasificaba los resultados de las búsquedas basados en la popularidad de los sitios, lo que permitiría ofrecer resultados más precisos que los motores de la competencia.

Altavista
Altavista, el buscador más popular de mediados de los 90s

Los primeros adelantos en este campo vinieron de la mano de Google, un innovador buscado. lanzado a finales de 1998.

Nacido como proyecto de tesis doctoral de los estudiantes de Stanford Larry Page y Sergey Brinn, Google incorporó un novedoso algoritmo que clasificaba los resultados de las búsquedas basados en la popularidad de los sitios, lo que permitiría ofrecer resultados más precisos que los motores de la competencia.

A partir de allí, la búsqueda en la web experimentó varios cambios significativos. Aumento en la velocidad de generación de respuestas, resultados personalizados a partir de los datos, la ubicación y el comportamiento del usuario, inclusión de contenido multimedia y adaptación a las pantallas móviles con navegación basada en el tacto. Sin embargo, más allá de todas estas evoluciones, la mecánica sigue siendo la misma. Indagar entre los resultados presentados para encontrar el que resulte más satisfactorio.

Pero ahora y tras casi treinta años, esto dejará de ser así. Esta semana, Google y Microsoft anunciaron la incorporación de chatbots de Inteligencia Artificial a sus motores de búsqueda, lo que cambiará la experiencia de búsqueda radicalmente.

La nueva versión de Bing, el buscador de Microsoft, integra la tecnología de ChatGPT, la inteligencia artificial desarrollada por la empresa OpenAI presentada el pasado diciembre. Entrenada con millones de textos de Internet, ChatGPT es capaz de responder cualquier consulta generando texto coherente y natural como si fuera un humano que lo sabe todo.

En la práctica eso significa que Bing ahora no solo mostrará enlaces a páginas web como cualquier buscador, sino que además responderá a las consultas con respuestas detalladas, permitiendo chatear con él para profundizar en los resultados. Por ejemplo, podrás preguntarle cuales son los diez televisores de 55” más vendidos en el país y que los ordene por precio de menor a mayor, para consultar a continuación si el modelo elegido entraría en el baúl de un Toyota Etios.

En vez de perder incontables horas en la web armando un fin de semana turístico a un nuevo destino, puede dejar que el chatbot se encargue de todo. Le sugerirá los pasajes más económicos, los sitios que no puede dejar de visitar día por día y diferentes opciones de alojamiento de acuerdo a la escala de tarifas que le indique. Al lado de este reporte, en la otra mitad de la pantalla, los links correspondientes a las páginas para realizar las reservas.

El CEO de Microsoft, Satya Nadella, durante el lanzamiento del nuevo Bing impulsado por IA.

“Vamos a reimaginar la navegación en internet, será como si se tuviese a un copiloto impulsado por IA”, dijo el pasado martes Satya Nadella, presidente y CEO de Microsoft durante la presentación del nuevo Bing. “La carrera comienza hoy”, agregó. Sin nombrarlo, Nadella aludía a Google, que no solo lidera el mercado global de las búsquedas con una cuota del 92,18%, sino que forma parte del conglomerado tecnológico Alphabet, una de las compañías más valiosas del mundo.

Google buscó anticiparse al anuncio de Microsoft, y apenas veinticuatro horas antes dio a conocer sus planes de equipar al buscador más famoso del mundo con un chatbot de IA llamado Bard, similar a ChatGPT. "Bard busca combinar la amplitud del conocimiento mundial con el poder, la inteligencia y la creatividad de nuestros grandes modelos lingüísticos", escribió en el blog de la empresa Sundar Pichai, número uno de Google.

Bard está apoyado en LaMDA, una tecnología de procesamiento de lenguaje natural basada en inteligencia artificial desarrollada por Google. Al igual que ChatGPT, fue alimentado con millones de páginas de internet y puede entender y responder al lenguaje humano de manera similar a como lo hace una persona.

El ingeniero de Google Blake Lemoine denunció que la inteligencia artificial desarrollada por la compañía se había vuelto sintiente.

Pero también es capaz de generar contenido sorprendentemente imaginativo. Tal es así que Blake Lemoine, un ingeniero que trabajaba en la división de IA de Google y había pasado algunos meses interactuando con este software, denunció en junio de 2022 al Washington Post que LaMDA había evolucionado tanto que era capaz de tener emociones y sentimientos como amor, alegría, tristeza y depresión.

Lemoine no continuó mucho tiempo más en Google, días después de sus declaraciones fue despedido por incumplir su acuerdo de confidencialidad. "Nuestro equipo -que incluye a especialistas en ética y tecnólogos- ha revisado las preocupaciones de Blake y le han informado de que las pruebas no respaldan sus afirmaciones", declararon desde la empresa de Mountain View.

Baidu, el principal buscador de China también anunció esta semana que su chatbot Ernie terminará su fase de pruebas durante el mes de marzo y estará listo para ser utilizado libremente por el público general. Al igual que Bard, está motorizado por inteligencia artificial generativa respaldada por grandes modelos de lenguaje. Pero hasta ahora solo han sido utilizados por un selecto grupo de desarrolladores y testers. En cambio ChatGPT corre con ventaja, ya ha sido consultado abiertamente por más de 100 millones de usuarios alrededor del mundo.

 Larry Page y Sergey Brinn en el garage donde nació Google.

Esta nueva era de buscadores impulsados por inteligencia artificial generativa impactará directamente en la web tal como la conocemos. Hoy en día, cualquier búsqueda termina en una página que tiene una serie de anuncios publicitarios que le permiten al creador pagar el hosting, colaboradores y ganar algo de dinero por el tiempo invertido en mantenimiento. ¿Qué pasará con estos sitios una vez que Bing, Google o el motor que sea entregue directamente la respuesta que se busca sin tener que visitar ningún enlace?

En este nuevo esquema, miles de páginas están condenadas a desaparecer. Incluso en algún punto esto también afectará al modelo de negocios de los buscadores, que actualmente se benefician económicamente dirigiendo tráfico a sitios financiados con publicidad.

Indudablemente, esta tecnología altamente disruptiva traerá cambios muy profundos en nuestra relación con la web y el modo de encontrar información. Incluso, tal vez estemos presenciando el final de las búsquedas en internet gratuitas para pasar a un modelo de pago. De ser así, solo el tiempo lo dirá.