Amazon, el gigante del comercio electrónico, inició su programa de entregas Prime Air, para el que usan drones hexagonales MK27-2 para distribuir paquetes en dos localidades situadas en los estados de California y Texas, en Estados Unidos.

La compañía recibió, en agosto del 2022, la aprobación de la Administración Federal de Aviación para poder utilizar estos dispositivos aéreos para realizar entregas en el país norteamericano, siempre y cuando los paquetes no superen un tamaño determinado y las casas en las que se tengan que concretar las entregas dispongan de un patio trasero con el espacio suficiente para que el dispositivo pueda aterrizar.

Los usuarios que puedan y quieran aprovechar este servicio, que de momento no se ha extendido a otras partes de EE.UU. ni del mundo, deberán pagar una suscripción adicional. Por el momento, Prime Air está operando las poblaciones de Lockeford (California) y College Station (Texas), en Estados Unidos.

Para las primeras entregas del programa Prime Air el gigante tecnológico ha utilizado un MK27-2, un dron eléctrico capaz de entregar paquetes de un peso máximo de 1,5 kilogramos a los clientes en menos de una hora.

Cómo funcionan las entregas con drones de Amazon

Los drones vuelan a los lugares de entrega y descienden en el patio trasero de los clientes, manteniéndose en el aire a una altura segura. Tras liberar el paquete, vuelven a emprender el vuelo.

Cabe recordar que Amazon presentó a principios de noviembre su nuevo dron de reparto, MK30, un dispositivo que promete ser un 10 por ciento más ligero y un 25 por ciento menos ruidoso que su predecesor.

Los paquetes entregados por drones no pueden superar los 1,5 kilogramos.

Al contrario que el MK27-2, el nuevo modelo es capaz de identificar distancias y evitar de forma segura tanto objetos como aeronaves, personas, mascotas y otros obstáculos que se puedan interponer en el camino.

En el momento de su presentación, Amazon subrayó que estaba trabajando en un circuito de entregas y que esperaba poder entregar 500 millones de paquetes por drones anualmente a finales de esta década, incluso en zonas muy pobladas, como Arizona o Seattle, también en Estados Unidos.