El deterioro cognitivo y su impacto sobre la calidad de vida de la población afectada, que en la gran mayoría de los casos comprende a adultos mayores, ha sido un tema de interés de la comunidad científica durante décadas y ha motivado incontables investigaciones al respecto, de las cuales se desprenden no solo conceptos teórico sino además recomendaciones de aplicación práctica para preservar la salud mental.

Uno de los conceptos que se han desprendido de estas investigaciones es el de Reserva cognitiva (RC), que en términos generales hace referencia a la capacidad del cerebro de improvisar y encontrar maneras alternativas de resolver un problema. Tiene, también, un rol clave en las diferencias individuales en la susceptibilidad a los cambios cerebrales relacionados con la edad o con enfermedades.

Comenzó a utilizarse a finales de la década del 80, según señala un artículo de Harvard Health Publishing, cuando investigadores lo utilizaron para describir a individuos sin síntomas aparentes de demencia a los que, sin embargo, se les descubrió en la autopsia que tenían cambios cerebrales consistentes con la enfermedad de Alzheimer avanzada. No obstante, no presentaban síntomas de la enfermedad mientras estaban vivos, lo que se vinculó con una RC lo suficientemente grande que, en esos casos, permitió compensar el daño y que los individuos continuaran con sus facultades cognitivas operando como de costumbre.

Desde entonces, las investigaciones han demostrado que las personas con mayor RC son más capaces de evitar los síntomas de cambios cerebrales degenerativos asociados con la demencia u otras enfermedades cerebrales, como la enfermedad de Parkinson, la esclerosis múltiple o un derrame cerebral.

Distitnos estudios han demostrado los beneficios sobre la reserva cognitiva de logros personales y actividades de ocio.

A su vez, una reserva más sólida es beneficiosa para personas expuestas a acontecimientos inesperados de la vida, como estrés, cirugía o toxinas en el medio ambiente que exijan un esfuerzo adicional por parte de su cerebro.

Un artículo sobre el tema publicado en 2019 por la Universidad Austral de Chile señala que una alta reserva cognitiva tiene un efecto positivo sobre la velocidad de procesamiento, memoria de trabajo, fluidez verbal y memoria episódica. Sin embargo, aclara que "no existe una relación entre mayor reserva cognitiva y moderación en el declive de estas funciones". Es decir, el rendimiento cognitivo es mejor, pero en cuanto al deterioro no existen diferencias.

Reserva cognitiva y su incidencia en enfermedades neurodegenerativas

La salud cognitiva representa un eslabón fundamental de la salud integral en todas las etapas de la vida, y se refiere a la capacidad del cerebro para procesar información y tomar decisiones de manera efectiva, incluyendo aspectos como la memoria, la atención, el razonamiento y el juicio.

La preservación de todas estas facultades está relacionada con la RC, puesto que esta puede actuar como moderadora entre diferentes patologías y el resultado clínico.

Yaakov Stern, profesor de Neuropsicología de la Universidad de Columbia, señala que la reserva cerebral es un ejemplo de lo que se podría llamar un "modelo de reserva pasivo", en el que la misma "se deriva del tamaño del cerebro o del conteo neuronal".

"En contraste, el modelo de reserva cognitiva sugiere que el cerebro activamente trata de sobrellevar el daño cerebral por medio del uso de enfoques de procesamiento cognitivo preexistentes o reclutando enfoques compensatorios", dice un texto publicado en la web de la mencionada universidad.

Efecto mediador de la reserva cognitiva en las relaciones entre la enfermedad de Alzheimer y la función cognitiva. (PudMed)

El neurocientífico, que ha estudiado la reserva cognitiva por décadas, busca entender "por qué algunos individuos muestran más déficit cognitivo que otros teniendo el mismo grado de patología cerebral". Y la evidencia sugiere que la RC tiene un papel importante en ese sentido.

"Mi propia investigación, y la de otros en el campo, ha demostrado que los aspectos de la experiencia de la vida, como los logros educativos o laborales, pueden proporcionar una reserva contra la patología cerebral, lo que permite que algunas personas se mantengan funcionales por más tiempo que otras", apunta Stern.

En su libro Cognitive Reserve: Theory and Applications, el investigador agrega que "la variabilidad individual en la reserva cognitiva puede originarse en diferencias innatas o genéticas o en las experiencias de vida".

¿Es posible preservar y aumentar la reserva cognitiva?

Aunque –en su libro– Stern advierte que el concepto de RC sigue siendo complejo y se requieren más investigaciones para ampliar su comprensión, ello no quita que sea fundamental mantener buenos hábitos para ayudar al cerebro a mantenerse sano. Y más allá de la edad, todo apunta a que esta reserva se puede enriquecer. 

De acuerdo con la evidencia científica actual, la exposición a lo largo de la vida a logros educativos y ocupacionales, o las actividades de ocio en la vejez, contribuyen para mantener una buena RC.

Entre las recomendaciones se destacan la práctica regular de ejercicio físico, una buena dieta, respetar adecuadamente los ciclos sueño, manejar el estrés, y promover la interacción social y la estimulación mental.

Los logros laborales representan uno de los factores que contribuyen a enriquecer la reserva cognitiva.

En 2017, un estudio internacional comisionado por la prestigiosa revista científica The Lancet sobre la prevención y el cuidado de la demencia halló que los individuos que siguen aprendiendo o formándose durante toda la vida tienen una mayor probabilidad de desarrollar reservas cognitivas adicionales.

Además, se cree que existen factores externos, como las actividades recreativas estimulantes de la vida diaria, que también tienen un aporte significativo.

De aquí se desprende la importancia de que durante la tercera edad se sigan llevando a cabo actividades que nos hagan ejercitar la memoria, la atención y el lenguaje, como por ejemplo leer, tocar un instrumento o practicar un nuevo idioma.