El proyecto de investigación combina equipos de las universidades de Bristol, Cambridge, Londres, y de la unidad de sangre y donaciones del servicio británico de salud (NHS, por sus siglas en inglés) y está enfocado en los glóbulos rojos que transportan oxígeno desde los pulmones al resto del cuerpo, según informó la cadena BBC.

Las pruebas comenzaron en dos voluntarios que recibieron cantidades mínimas de sangre artificial y está previsto ampliarlas a al menos 10 personas sanas en los próximos meses, que recibirán donaciones de 5 a 10 ml con al menos cuatro meses de diferencia: una de sangre normal y otra de sangre cultivada en laboratorio.

La sangre artificial está marcada con una sustancia radioactiva, usada generalmente en procedimientos médicos para que los científicos puedan ver cuánto tiempo dura en el cuerpo, y se espera que sea más potente de lo normal.

Normalmente, los glóbulos rojos duran alrededor de 120 días antes de que sea necesario reemplazarlos y la donación de sangre contiene una mezcla de glóbulos rojos jóvenes y viejos, en tanto que los científicos consideran que la sangre artificial debería tener una duración mayor porque está recién hecha en laboratorio.

Según informaron profesores de la Universidad de Bristol que intervienen en este ensayo sin precedentes, el objetivo es poder fabricar en laboratorio algunos grupos sanguíneos poco comunes y también atender la demanda de transfusiones de sangre regulares que algunas personas necesitan para tratar algunas patologías específicas.