El gobernador Perotti elegirá en las próximas horas a los hombres y mujeres que prefiere para estar al mando de los puestos de conducción del MPA y la Defensoría Penal. Son puestos clave, en particular la fiscalía general y la fiscalía regional Rosario, porque es acá donde hay un problema de delito organizado, violencia, desafío al poder estatal y circulación de armas y drogas que tiene patas para arriba a la ciudad y condiciona recursos, la economía y la imagen de toda la provincia.

Será quizás la última decisión trascendente relacionada a la seguridad pública que Omar Perotti tiene que tomar antes de dejar la Casa Gris. Hasta aquí es evidente que no estuvo asertivo a pesar de que dijo que venía a solucionar los problemas de seguridad. 

Si bien la oposición tiene mayoría en el Poder Legislativo, el gobernador es el que propone el nombre de la persona. Una potestad que la Constitución le reserva porque es el responsable de marcar la línea, la dirección hacia dónde se va cuando se elige un ministro de la Corte, un juez, el director de una empresa del Estado, entre otros. Las leyes de creación del MPA y el Servicio Público de la Defensa son más recientes, pero respetan ese espíritu.

Entonces la pregunta es ¿hacia dónde quiere ir este gobierno? Si quisiéramos guiarnos por la orientación que le dio a las políticas de seguridad en tres años y tres meses de gestión, nos perderíamos en la confusión. Pasó de la declamación de reformas de cuño progresista a entregarle la llave del Ministerio a la policía; el último año está condenado a una transición que resultará eterna.

¿Qué delitos va a priorizar el futuro fiscal general? ¿Cómo va a administrar los recursos existentes? ¿Qué va a pasar con los temas más calientes que tiene el MPA, cómo el planteo de inconstitucionalidad ante la Corte nacional que llevan fiscales santafesinos en el que cuestionan un fallo de la Corte provincial? ¿Dará continuidad a la línea de Jorge Baclini de defender la competencia provincial para investigar delitos de lavado de activos y para investigar el acopio ilegal de información en el Ministerio de Seguridad que involucra a ex funcionarios del gobierno como Marcelo Sain? Las instrucciones del fiscal general no son una formalidad. En los últimos años la Justicia provincial condenó a jefes narcos y decomisó bienes porque asumió lo que la Justicia federal no hacía. No por nada políticos y financistas involucrados en algunas de estas causas invierten tiempo y dinero en intentar que vayan al fuero federal.

El Poder Ejecutivo enviará en las próximas horas a la Legislatura los nombres de los postulantes. 5 defensores regionales, 5 fiscales regionales, fiscal y defensor general y auditor o auditora general.

Todos los cabildeos están puestos en el fiscal general. La convicción personal de Perotti es enviar el pliego del camarista santafesino Prieu Mántaras, que también cuenta con el respaldo del ala más conservadora de la jerarquía católica de la capital y sectores del Poder Judicial que, como trascendió la semana pasada, presionaron sobre legisladores del socialismo cuando este partido se sumó a los sectores que empujan que la fiscalía general la ocupe Rosario.

A medida que se corrió la voz que Prieu Mántaras sería el elegido de la terna que también integran María Cecilia Vranicich y Javier Beltramone, se hicieron públicas objeciones y pedidos al gobernador, como la de la Campaña Nacional por el Aborto. Al camarista santafesino se le achaca falta de perspectiva de género y subestimar la voz de víctimas e infancias en un puñado de fallos. Es probable que si nada cambia, y Perotti envía su nombre tal como estaba previsto al cierre de esta nota, lloverán más objeciones, ya formales, en el período destinado a ese fin que abre la Comisión de Acuerdos de la Legislatura.

Batalla perdida

Lo paradójico, es que la suerte de Prieu Mántaras ya está echada. El martes al mediodía los espacios que conforman el frente opositor santafesino convinieron que su perfil no es el adecuado para dirigir el MPA y acordaron rechazar el pliego en caso que el gobernador proponga ese nombre. Se sumarían los 4 votos de espacios de centroizquierda y al menos un voto de la bancada de diputados justicialista. Sólo en esa primera cuenta suman más de 40 votos, sobre un total de 69. Game over. 

Muy similar fue la definición sobre el nombre de Juan Manuel Costantini para la Auditoría General. La mayoría del frente de frentes no considera que sea la persona adecuada para un cargo de esa envergadura.

¿Por qué mandaría el gobernador un pliego que sabe que no prosperará? Hay distintas lecturas posibles. Desde sacarse la presión de sectores con los que tiene compromisos políticos para trasladársela a quienes tienen los votos, es decir la oposición; hasta desligarse de los resultados que el día mañana tenga el nombramiento de un postulante que no sea el que él pretende. 

Y si bien algún sector del gobierno guardaba una mínima esperanza de romper ese bloque opositor para sumar votos a favor de Prieu, tal cosa no se dará por una razón elemental: es la primera votación relevante tras la foto fundacional del frente de frentes. ¿Qué señal de unidad electoral sería agarrar caminos diferentes? 

Un plan alternativo

Ayer circuló en ámbitos judiciales y políticos una alternativa a ese atolladero. Consiste en promover a María Cecilia Vranicich para fiscal general y a María Eugenia Iribarren como fiscal regional de Rosario (actualmente ejerce como interina). Es un esquema que de antemano se cree que podría tener un camino más allanado en la Legislatura y entra en sintonía con el espíritu de la ley de paridad de géneros que la provincia sancionó el año pasado y que se le viene pidiendo al gobernador, tanto desde afuera del gobierno como desde adentro. 

Ni Iribarren ni Vranicich recogen grandes objeciones hasta aquí, pero se presentan dos barreras. En primer lugar, así como fuerzas políticas, instituciones, el gobierno municipal piden que la fiscalía general la ocupe alguien de Rosario en función de la situación con la seguridad (Vranicich es de Rosario y oriunda de Los Molinos), en Santa Fe y el centro-norte provincial esto se ve como la traición a una regla no escrita de “alternancia natural entre el norte y el sur”. Jefes comunales de la oposición quieren garantías de que sus pueblos y ciudades el centro-norte provincial no serán relegados a la hora de abordar el delito.

Además del tironeo geográfico, una corriente de opinión en la política y en la magistratura, sostiene que el MPA tiene que ser conducido por alguien que venga de afuera para que tenga las manos libres para hacer los cambios que esos sectores consideran necesarios. En esa línea de razonamiento Prieu Mántaras y Javier Beltramone –cada uno con recorrido, respaldos y pertenencias diferentes– corren con ventaja. Son los camaristas dispuestos a bajarse de la poltrona de jueces para ir a meter mano al MPA. Desde este paradigma, Vranicich es un híbrido: vio nacer el MPA y es parte de él, aunque a cierta distancia, ya que como auditora general conoce minuciosamente los flancos débiles del trabajo de los fiscales.

Ese es el conjunto de intereses y criterios de selección que están sobre el escritorio del gobernador. Los 13 nombres que elija explicitarán qué voces escuchó y qué criterios priorizó. Si insiste con Prieu Mántaras, a sabiendas de que no pasa el filtro legislativo, lo espera un atolladero que demorará plazos y un nuevo dilema: una vez rechazado el pliego, ¿envía en su reemplazo a Vranicich o Beltramone, o asume provisoriamente el fiscal regional de Santa Fe como prevé la ley en caso de acefalía hasta que se haga un nuevo concurso?

Cabe recordar que el 20 de abril cesan fiscales y defensores en sus mandatos, por lo tanto suena a despropósito hundir al MPA en una precariedad institucional innecesaria, en medio de una crisis de seguridad y de un proceso electoral que dificultará cualquier definición. Sería una oportunidad perdida. 

Más allá de la combinación de nombres que elija el gobernador, lo sensato sería que tengan viabilidad política para así despejar de una vez por todas un recambio de fiscales y defensores que viene a los tropiezos desde el minuto uno.

Macri, Carrió y la oposición

A poco menos de dos meses del cierre de listas en la provincia, los temas institucionales que deben resolver con intervención de la Legislatura no deberían demorarse. Además de fiscales y defensores, está pendiente la ley de emergencia en seguridad, que también demandará acuerdos transversales. Paradójicamente el 1° de mayo, cuando se abra el periodo de sesiones ordinarias, se bajará la ventana de tiempo para tratar temas que no sean aquellos en los que están todos de acuerdo.

El peronismo se balancea entre el mutismo estratégico de Perotti y las disputas a nivel nacional que complican las definiciones en las provincias. El frente opositor todavía no sale de la cocina. El nombre que lo identifique y la redacción de la plataforma necesitan un rato más de cocción. 

Elisa Carrió lo volvió a hacer. Este sábado a la tarde dijo que la Coalición Cívica no integrará el frente de frentes. Fue un nuevo capítulo de la serie que la chaqueña protagoniza hace más de dos décadas, titulada: “Me das lo que quiero o te digo narco o choro”

´Lilita con Lucila Lehmann

Ayer, junto con la diputada Lucila Lehmann, a la que pretende que le renueven la banca de diputada nacional, dijo que “hay sectores que han gobernado la provincia que son responsables de que se haya instalado el narcotráfico en nuestro Santa Fe”. Lilita necesita misiles cada vez más estruendosos para conservar el puñado de bancas a la que quedó reducido su espacio. Y Santa Fe, donde la CC es un partido marginal al que no le quedó ni un solo dirigente con votos propios, el único capital es la capacidad de daño de su lengua. El videíto, filmado en su departamento del que no sale porque hace 40 grados y entre medialunas y otras delicias, no pasó desapercibido para los dirigentes opositores: algunos veían esas explosivas declaraciones demasiado funcionales al gobernador Perotti, otros aseguraban que “se va a arreglar”, y el más ocurrente dijo que “siempre la búsqueda de Lilita es un diputado más”.

Carrió pateó la mesa horas antes de que Mauricio Macri aterrice en Rosario. ¿Estará pidiendo que si no le dan un lugar en la lista en Santa Fe porque son muchos partidos la compensen en otro lugar?

Macri presenta su libro "¿Para qué?. Antes realizará otras actividades. Visitará “instituciones barriales que sufren el narcotráfico” adelantaron autoridades del PRO y confirmaron “una reunión institucional de Juntos por el Cambio con el intendente”. “Mauricio se quiere poner a disposición de Javkin y también marcar algunas cosas que creemos que deberían hacerse”, dijo un dirigente macrista. 

Javkin se vincula con dirigentes de Juntos por el Cambio pero no con Macri, sino Facundo Manes y otros radicales. Su condición, al igual que el socialismo, para integrar el frente de frentes con JxC es que sea de carácter provincial sin alineamiento nacional. Por eso la reunión de este lunes con el intendente tendrá estricto encuadre institucional y no político partidario. Y cuando le pregunten por la declamada ruptura de Carrió en Santa Fe, responderá con una sonrisa: “Ay, Lilita, Lilita… es inmanejable”.