El presidente Alberto Fernández afirmó que "no hay ningún conflicto entre Uruguay y Argentina" y tampoco con su colega Luis Lacalle Pou, por quien, dijo, tiene "el afecto y el respeto que merece". La aclaración fue hecha en el marco del retiro de la política del ex presidente uruguayo Pepe Mujica y de las nuevas medidas del vecino país que no permitirá el ingreso de extranjeros para su temporada de verano.

"Ningún argentino puede estar mal con Uruguay, ninguno puede darse ese lujo y yo tampoco. No hay motivo para estar mal con Uruguay", aseveró Fernández al compartir, desde Buenos Aires, una entrevista al ex presidente Mujica en el programa La letra chica del canal TV Ciudad de Montevideo.

El mandatario argentino sostuvo que "a la familia Lacalle la conozco y quiero; con Luis (Lacalle Pou, el actual presidente) tengo menos trato pero tengo el respeto y afecto que se merece".

"No hay ningún conflicto entre Uruguay y Argentina ni entre Luis y yo", aseveró Fernández, y señaló que "esas son cosas que a veces los que hacen análisis político plantean, nada más".

Pero aclaró que "a mí no me gusta ser hipócrita, no me sale, y me llevo muy bien con Pepe y quiero mucho a mis amigos del Frente Amplio, les tengo un cariño entrañable y respeto".

Y en esa línea dijo que "como todos conocen mi admiración por Pepe y como tengo en el Frente Amplio muchos amigos, creen que eso se convierte en una diferencia con Luis, pero no es tal cosa".

"Luis es el presidente que eligieron los uruguayos y tiene todo mi respeto y afecto y vamos a trabajar lo más juntos que podamos", enfatizó Fernández.

Con respecto a Mujica volvió a reiterar sus elogios al ex presidente uruguayo: "Ustedes tienen ahí a uno de los hombres más grandes que ha dado la política de Latinoamérica. Te necesitamos mucho, Pepe, y las nuevas generaciones no sabés cuánto te necesitan".

También resaltó que a Mujica "lo he escuchado decir que lo mejor en la vida es andar ligero de equipaje, porque cuando uno tiene, le empieza a dedicar tiempo, y cuando uno menos tiene, es feliz con menos", y consideró que ese pensamiento es "una gran enseñanza ética y moral".