La investigación del asesinato de un joven cometido en septiembre de 2023 sumó un tercer acusado este lunes. La fiscal Georgina Pairola imputó a un sindicado soldadito de una gavilla conocida como la banda de los Menores, que desde hace poco más de dos años suena detrás de hechos de violencia en los barrios 7 de Septiembre, Emaús, Villa la Bombacha y Stella Maris, en el noroeste de Rosario.

A Ezequiel D. (18), alias Gordito Eze, le atribuyeron ser parte del grupo de gatilleros que mató a Ángel Acuña (20) el 13 de septiembre de 2023 en una casa de José Ingenieros al 8600, donde residía la víctima.

Esa tarde los cuatro homicidas ingresaron intempestivamente al patio del domicilio y bajo amenazas de muerte preguntaron por Acuña, redujeron a su familia y luego lo mataron de tres tiros. Todo enfrente de su madre, padre y hermano, señaló la fiscalía. Acuña murió una hora después en el Heca, producto de una herida en el estómago.

De acuerdo con las evidencias, Ezequiel D. estaba acompañado de Dylan B. –ya imputado y en prisión preventiva– y de otros dos gatilleros, uno menor de edad, que ya estarían identificados. Además, pocos días después del homicidio fue imputado un vecino de Acuña que borró el contenido de las cámaras de seguridad de su casa.

En el caso de Ezequiel D., tenía pedido de captura desde octubre pasado, pero recién cayó el viernes por la madrugada, cuando personal de Policía Motorizada identificó a los partícipes de una escaramuza desatada en un boliche de Dorrego y Urquiza. El joven tenía un DNI falso, pero el ardid quedó al descubierto. La fiscalía pidió peritar los celulares de los otros partícipes de la gresca.

Ahora Ezequiel D. terminó en prisión preventiva por al menos dos años, por el delito de homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas agravado por uso de arma de fuego y por la participación de un menor de edad en grado consumado y en carácter de autor en concurso real con portación ilegítima de arma de fuego de guerra.

El crimen de Acuña fue uno de los casos que puso sobre el tapete a la llamada Banda de los Menores, por el mote que recibe una pandilla con cierto poder de fuego que opera en un sector del noroeste, particularmente el 7 de Septiembre y Stella Maris. Este último, un barrio que en noviembre pasado sufrió un espasmo de violencia territorial por la disputa entre bandas: a raíz de una saga de balaceras, amenazas y homicidios, hubo cierres de centros de salud.