El juez Pablo Pinto resolvió dictar prisión preventiva por el plazo máximo para Lisandro “Licha” Contreras, también apodado "Limón", un hombre vinculado al delito organizado que, para su pesar, quedó expuesto públicamente tras el crimen del barra Andrés “Pillín” Bracamonte el mes pasado. En la audiencia que comenzó el viernes y terminó este lunes, "Licha" no fue acusado de homicidio, ni se expusieron datos relevantes relacionados con el crimen del jefe de Los Guerreros. En cambio, la Fiscalía brindó un panorama de sus actividades en el submundo criminal y lo vinculó a una facción disidente de la banda de Los Monos que operó entre noviembre de 2022 y octubre de 2024.
Los fiscales Georgina Pairola y Luis Schiappa Pietra también imputaron como parte de la asociación ilícita a la ex pareja de Contreras, Ornela Dipietri, y a Jorge “Viejo” Fleitas y Emanuel Cáceres, quienes estarían vinculados a las apuestas clandestinas y al regenteo del Pellegrini Bochín Club, un antro que fue allanado hace dos semanas, tras la detención de "Licha" en la localidad bonaerense de Tigre. Todos quedaron detenidos por el plazo máximo. En la investigación también aparecieron indicios de una trama ligada con el crimen de Julio César Reybet, quien fue acribillado en un lavadero de Cafferata al 2900 en octubre. Allí apareció un Orb u Orbe, un aparato de avanzada para escanear iris relacionado con la apertura de cuentas en criptomonedas, el otro rubro de inversión de Contreras.
En el pormenorizado detalle de los fiscales surgió que Contreras estaría alineado con pesados referentes del delito como Pablo “Nico” Camino, Leandro “Gordo” Vilches y Rodolfo Héctor “Eric” Masini, quienes alguna vez tributaron a Ariel “Guille” Cantero y, desde fines de 2022, encabezaron desde el penal federal de Rawson una ofensiva contra Leandro “Pollo” Vinardi y Carlos “Toro” Escobar, los gerentes de la barra brava de Newell's más cercanos a Cantero. La escisión obedecería a una deuda de miles de dólares o al robo de dinero.
Esta disputa entre facciones creció al calor de la incomunicación creciente de "Guille" Cantero y el cuestionamiento de su liderazgo en los negocios criminales. La saga de violencia callejera tuvo hitos como el crimen al voleo del músico punk Lorenzo “Jimi” Altamirano, asesinado frente al Coloso por sicarios de la facción disidente con el objetivo de escrachar y perjudicar a Vinardi, Escobar y a “Dibu” Gómez (prófugo). Por este crimen, están acusados como autores materiales, entre otros, el sicario Oscar “Tato” Romero, cuyo teléfono aportó profusa información.
El “diálogo” de atentados dentro de la mafia expuso a Contreras por su apodo "Licha" cuando la facción de Vinardi mandó a tirotear la subcomisaría 26ª de Villa Gobernador Gálvez el 29 de julio de 2023.
El cartel que dejó el gatillero no dejó dudas sobre los integrantes de la alianza disidente: “Erik Masini, dejá de batir la cana vos, el Licha de Donado que está en Funes, igual que Matías Gasani, dejen de batirla con la AIC para confinar a los pibes, ya ni orgullo tienen de mafia, quebrados, viven pagando en Rawson, dejen de batirla en Crónica, decile al Chaqueño Fabio Jiménez, Leandro Vilches, Nico Camino, Andi Benítes que se paren de mano sin batirla ni matar gente inocente y sin la policía, vigilantes”.
Por esos días, Contreras y Matías Gazzani todavía eran unos “tapados” comparados con los otros personajes mencionados en la pancarta, quienes no paraban de acumular imputaciones por tráfico de drogas, extorsiones e instigaciones de homicidios desde sus celdas, donde mantenían comunicación con el exterior las 24 horas, según se desprende de un cúmulo de causas penales.
Gazzani, más allá de escraches anónimos en las redes sociales que lo señalaban como el jefe de Los Menores, una banda de tiratiros referenciada en el barrio 7 de Septiembre, no tenía causas penales relevantes. Más atrás, en 2020, la Tropa de Operaciones Especiales lo había identificado en un allanamiento, pero no había nada contra él y quedó libre. Hoy posee pedido de captura desde febrero y lo consideran la mano derecha de Contreras. Quedó claro que tiene la cintura y la cobertura para mantenerse prófugo.
En el celular incautado a Jonatan Garraza, un policía en disponibilidad que está prófugo como “organizador” de la estructura de Contreras, se hallaron fotos de Licha junto con Gazzani, un tal Enzo B. y el propio Garraza en una playa de Pinamar, una evidencia más de la pata policial de la banda. Garraza supo revistar en la Brigada NN de la Delegación Tribunales de la Unidad Regional II y por unos meses en la Agencia de Investigación Criminal (hoy PDI), dos reparticiones donde se maneja información sensible.
La foja de antecedentes de Contreras es por demás de simple. Posee una condena por robo calificado dictada en mayo de 2015 a 9 años y seis meses de prisión, que luego fue modificada y confirmada en seis años y diez meses de prisión. En agosto de 2023, la Justicia incorporó a Licha al régimen de libertad condicional y fijó domicilio en la casa de Carlos Thais al 6300 de Funes, que aseguran, apenas visitó. Para ese entonces, hacía casi un año que la jueza Luciana Prunotto le había negado mudarse al Country Náutico San Sebastián de Pilar como había solicitado. Aunque no tenía el permiso para residir allí, este lugar residencial en territorio bonaerense fue su último domicilio antes de caer detenido. Alquilaba por 800 dólares mensuales, a pagar por adelantado seis meses, según el contrato.
El hombre que saltó a la palestra como el supuesto artífice del asesinato de Pillín Bracamonte quedó preso sin plazos por asociación ilícita en carácter de jefe. Durante el trámite decidió mantenerse callado.
Sin embargo, una conversación entre el policía Garraza y su novia, recuperada de un celular, bien puede calificarse de sugerente. Acompañado de una captura del clásico fondo rojo con la leyenda “La Masacre de Pillín”, Garraza le dice preocupado a su pareja: “Salió todo en Crónica, con Limón como el jefe de todos”. El chat está fechado el 11 de noviembre, 48 horas después del crimen del jefe de la pesada canalla.