En esta puta ciudad
Todo incendia y se va
Matan a pobres corazones
En esta sucia ciudad
No hay que seguir ni parar
Ciudad de locos corazones

Rodolfo Páez cumple 61 años este miércoles. Autor, compositor, músico, pianista, guionista, director de cine. Casi como en loop, sus piezas vuelven a escucharse una y otra vez. Sin embargo, algunas letras, casi 40 años después, parecen ser más actuales que nunca. 

En una Rosario sacudida por el terror tras la seguidilla de crímenes de los últimos días, "Ciudad de Pobres Corazones" de Fito fue una de las canciones que más se replicó en las redes sociales. Desesperados, hartos, asustados y angustiados, los internautas intentaron a través de Instagram, Twitter, Facebook, WhatsApp o TikTok visibilizar qué pasa en Rosario. "Ciudad de Pobres Corazones" musicalizó fotos del monumento con el lazo negro, imágenes de las víctimas, como así también capturas de pantalla de titulares de portales y diarios de todas partes del mundo, sobre lo que atraviesa la ciudad en una semana dramática. 

Paradójicamente, casi como una línea del tiempo materializada en unas estrofas dedicadas a una Rosario rota, 38 años después de su lanzamiento (en 1986), la letra del tema que surgió como reacción al triple crimen que cambió la vida de Fito se resignifica en cada reproducción. "Ciudad de Pobres Corazones", en 1986 y 2024, es una obra oscura y a la vez maravillosa. Dolorosamente vigente.

Fito estaba en Río de Janeiro junto a su pareja de entonces, Fabiana Cantilo, cuando el teléfono sonó, tal como muestra la serie El amor después del amor en Netflix, y se enteró de que en su vieja casa familiar de Balcarce al 600, habían asesinado a cuchillazos a su abuela paterna, Belia Zulema Ramírez de Páez, y a su tía Josefa Páez, sus "mamás postizas" desde que la suya murió. También a la empleada doméstica Fermina Godoy, que además de los cortes había sufrido un disparo en la cabeza, fue víctima de ese hecho feroz.

La casa donde Walter de Giusti había cometido la masacre quedaba a 150 metros de la entonces Jefatura de Policía, el edificio de San Lorenzo y Moreno que hoy es la sede local de Gobernación. La policía primero detuvo al marido de Fermina, quien había ido a buscar a su mujer al trabajo y se encontró con la escena del crimen. También a una pareja allegada a los Páez. Pero todos fueron liberados a las pocas horas.

El músico volvió de Brasil y se presentó en la comisaría tercera, de Dorrego y Salta. Allí contó sobre la rutina de las mujeres y sus vínculos. Unos meses después, en agosto de 1987, el caso dio un giro casi por casualidad.

Paola, una travesti de Rosario, fue detenida y la policía encontró en su poder joyas que habían pertenecido a la abuela de Fito. Paola señaló a su amante, Walter De Giusti, de 24 años. El joven fue detenido junto a su hermano Carlos, de 19 años, y confesó los crímenes. También se determinó que De Giusti había matado a otras dos mujeres en una casa de la zona sur, en Garay al 1000. Las víctimas, Angela Cristofanetti de Barroso, de 80 años, y su hija Noemí, de 31.

"En Rosario, a tiros y cuchilladas", decía la volanta del diario La Nación en el 86 en la noticia del hecho. "Terror en Rosario" es uno de los títulos más repetidos durante la primera semana de marzo de 2024.  

Hoy Rosario vuelva a ser esa Ciudad de Pobres Corazones. Una vez más.