A siete meses de lanzada la cuarentena, Alejandro Dolina contó cómo llevó (y lleva)  sus distintas fases. Reconoció que no es fácil, pero que peor es la muerte y minimizó los falsos reclamos de libertad de muchos enfrentados a las medidas del gobierno y en realidad “hacen lo que quieren”.

"Me parece un pecado extrañar bagatelas, yo regalo todas las cervezas de mi vida con tal de que no se muera nadie", dijo Dolina en un mano a mano con Luis Novaresio, en el programa Animales Sueltos (América)

 "¿Cuando me preguntan qué cosa positiva le veo a la pandemia? ¡Ninguna! Lo peor que tiene la pandemia es que la gente se enferma y se muere. Yo no me preocupo de lo que me pasa a mí", señaló y reflexionó: "Al lado de la gente que se muere me parece un pecado extrañar esas bagatelas, pude haber dicho cómo extraño jugar al fútbol o tomar una cerveza con mis amigos en algún momento, pero yo regalo todas las cervezas de mi vida con tal de que no se muera nadie".

"Que angustia, me siento frustrado en mi libertad... ¡mentira si todo el mundo sale y hace lo que quiere!", ironizó Dolina.

"La frustración personal, de los pequeños burgueses, me parece es una cosa de la cual no vale la pena quejarse demasiado", apuntó y recordó: “Si después de todo nos vamos a morir, evitar la pandemia es una dilación. Nuestra vida es una dilación, es una espera que tratamos de hacerla lo más larga posible".