Sea con el Puerto de la Música diseñado por Oscar Niemeyer relocalizado allí o con algún otro proyecto para el cual se podría llamar a un concurso de arquitectos, la provincia tiene la decisión tomada de impulsar la construcción de un centro cultural que se convierta en un edificio emblemático de la ciudad en la zona de la cabecera del puente Rosario Victoria.

Ese es un punto fundamental de un ambicioso plan de urbanización que la provincia ya consensuó con el Ente de Coordinación Metropolitana (Ecom) y los municipios de Rosario y Granadero Baigorria para el Parque de la Cabecera. Ese pĺan contempla la posibilidad de que inversores privados construyan alrededor 250 mil metros cuadrados para viviendas y oficinas, más 15 mil metros cuadrados de superficie comercial, un área de hotelería y estacionamiento en terrenos que son del Estado santafesino. A cambio, deberían financiar el Puerto de la Música, la reconversión del barrio Remanso Valerio y otras obras públicas contempladas en la urbanización.

“Es un proceso de construcción enorme, que entendemos va a ser un factor que le dará mayor dinamismo a la economía de la ciudad y va a generar miles de puestos de trabajo. Estamos hablando casi de otra ciudad”, explicó una fuente de la gestión Pullaro.

Justamente la magnitud del proyecto llevó a que quienes están a cargo de motorizarlo monitorearan el posible interés de invertir en el mismo con grandes grupos empresarios nacionales, como Irsa y Constantini, algo que reflejó este viernes el periodista Mariano Galíndez en una nota en Rosario3. La respuesta, según las fuentes consultadas, fue positiva.

Niemeyer, un valor agregado

La posibilidad de que el centro cultural a construir lleve la firma del fallecido y célebre arquitecto brasileño Oscar Niemeyer es un estímulo extra para la inversión. “Eduardo Constantini lo dijo expresamente”, revelaron desde el gobierno provincial. Constantini, desarrollador de Nordelta, es por caso el presidente de la fundación que construyó y administra el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba).

Por supuesto, también para las autoridades políticas es un tema importante, pues entienden que si el proyecto en general es parte de una estrategia para dar vuelta la página de la asociación de Rosario con la violencia narco y reposicionarla a nivel nacional e internacional, contar con un centro cultural que sería la única obra del creador de Brasilia en la Argentina ya de por sí se transformaría en todo un hito en ese cometido.

Uno de los encuentros de Niemeyer con Hermes Binner.

Por eso, días atrás una delegación encabezada por el secretario de Vinculación Institucional de la provincia, Julián Galdeano, viajó a Rio de Janeiro para llevarle a los profesionales del estudio Niemeyer, incluido uno de sus hijos, la idea de relocalizar la obra pensada originalmente para la zona de avenida Belgrano y Pellegrini.

No solo eso. Como el proyecto fue pensado hace más de 16 años, durante la gestión de Hermes Binner, el planteo es también actualizarlo en cuanto a capacidad, funcionalidades y usos.

Por caso, llevar la cantidad de butacas de 2300 a por lo menos 3.500, contemplar el uso de nuevas tecnologías para flexibilizar y bajar costos en materia de acustización y establecer un sistema para que también pueda haber espectáculos pagos en la explanada.

Los arquitectos brasileños visitarán en los próximos días la ciudad para terminar de analizar la situación, que incluye críticas a la relocalización de los arquitectos Silvana Codina y Mario Corea Aiello, que insisten en que se desnaturaliza el proyecto si no se realiza en el lugar en el que se había craneado originalmente. 

Codina era la esposa de Binner en el momento en que se trabajó el proyecto con NIemeyer y junto con Aiello fueron el vínculo que llevó al estudio del arquitecto brasileño, con el que aún tiene una relación cercana.

Las autoridades de la provincia y también de el municipio sostienen que el uso de los muelles de Pellegrini y el río, para el cual nunca llegó la autorización, es inconveniente desde el punto de vista económico porque requeriría una inversión que el Estado no está en condiciones de hacer, y también porque hoy tiene un intenso uso portuario que en aquella época no.

Plan B

Como sea, los funcionarios que trabajan en el tema confían en que la negociación con el estudio NIemeyer se va a destrabar. Pero barajan la posibilidad de que no y en ese caso llamarían a un concurso para que en el mismo terreno previsto, al norte del Remanso Valeria, se construya “un centro cultural que se convierta en un edificio emblemático”.

Esta alternativa, revelaron las fuentes consultadas, es vista con agrado por el Colegio de Arquitectos de Rosario, que cuando el tema relocalización se instaló en el debate público durante la gestión de Omar Perotti apoyó la postura de Codina.

Lo cierto es que esa voluntad que el exgobernador peronista había manifestado en su momento se esfumó rápidamente en medio del avance de la crisis económica y también de dificultades colaterales, como la necesidad de reconvertir el Remanso Valerio, un barrio donde hay censadas 256 familias, y encontrar una solución para otras 70 que están en un terreno que es parte de los que se pretende utilizar para la urbanización.

Ahora, para el Remanso Valerio, la idea es llevar adelante un plan del Ecom que mejora calles y transforma los inmuebles con la posibilidad de que los pescadores que allí viven exhiban y vendan su producción. Para las familias del terreno lindero, el plan es construir soluciones habitacionales con aportes de privados, posiblemente de aquellos que ya tienen desarrollos en la zona y aún deben compensaciones por el uso de tierras fiscales.

Un plan dentro de otro plan

 

Desde la provincia dicen que el gobernador Pullaro tiene la decisión firme de llevar adelante todo el plan, que es además parte -la más importante, por cierto- de uno mayor para después de atacar la emergencia de la violencia y el delito volver a poner a Rosario y su área metropolitana en una senda de desarrollo.

Dentro de esa estrategia, figuran también la construcción con el mismo sistema de financiamiento ya adjudicado y puesto en marcha de una villa olímpica para los juegos Odesur 2026 en el ex Batallón 121 y la urbanización de cuatro manzanas macrocéntricas que abarcan la actual Unidad Penal Número 3 de Ricchieri y Zeballos, más dependencias municipales ubicadas en la zona de Pellegrini y Ovidio Lagos.

A la idea completa la llaman el "plan del millón" porque, aseguran los funcionarios, esa es la cantidad de metros cuadrados a construir.