Un joven de 18 años denunció que el domingo pasado a la madrugada asistió a un boliche de Rosario y le robaron su teléfono celular y documentación a él y a un amigo. Pero, lo más sorprendente fue que se sumaron unas 50 personas más afectadas por el mismo delito. Según contó, ni el personal de seguridad del local ni la Policía hicieron requisas ni hicieron caso a los señalamientos hacia un chico sospechoso. El móvil ya figura en una plataforma de venta on line.
Joaquín relató lo que vivió el domingo a las 3 de la mañana en un boliche ubicado en Junín al 500 al que asistió junto a un amigo. “Había mucha gente, cruzamos la multitud para ir al patio, dimos 5 pasos y nos dimos cuenta de que no teníamos nada”, sostuvo en diálogo con De Boca en boca (Radio 2). El muchacho le había dado el teléfono a su amigo para que lo guardara, junto al DNI, en su riñonera. No había nada adentro, ni sus pertenencias, ni las del otro chico.
Ante el descubrimiento, fueron a referir lo ocurrido a personal de seguridad del local. “Dijeron que no podían revisar a los hombres antes de que llegue la Policía, que no podían tantear ni nada. La Policía llegó a los 30 minutos, era un solo oficial que no hacía mucho”, señaló.
De acuerdo al testimonio del chico y el de su madre Laura, cuando salieron del boliche advirtió que había otros chicos y chicas en su misma situación. “Fue bastante raro, todo el mundo salía quejándose, pero no te tomaban la denuncia, nos dijeron que vayamos a algún centro territorial de denuncia”, contó la mujer. Finalmente, radicaron una presentación formal ante la Policía a fin de accionar penalmente por lo acontecido.
Según indicaron, muchos de los asistentes que habían sido víctimas de robos podían rastrear sus teléfonos que, efectivamente, seguían estando en el predio. “Algunas mamás que también fueron a buscar a sus hijos pudieron rastrear cerca de las 4.30 los iPhone y estaban adentro, pero no nos dejaban hacer nada al respecto”, lamentó y confió que los "patovicas" habían tomado nota de, al menos, unos 50 reclamos de sustracciones de celulares.
Madre e hijo confiaron también que los presentes pudieron identificar a un muchacho vestido con una remera roja que, curiosamente, les preguntaba a los afectados por sus teléfonos con distintas maniobras y así, las víctimas advertían la falta. Sin embargo, según expresaron, no fue ni siquiera interrogado. “Era como que nadie podía hacer nada”, resumieron.
La denuncia policial fue efectuada este lunes 27 de enero, a horas del robo. Así de rápido también dieron con el móvil ofrecido para la venta (sin bloquear) en una plataforma de venta on line.