La Feria del Libro desborda de gente. Rara es la imagen del que observa. Ya nadie usa barbijos. El COVID y sus rigurosas reglas parece ser cosa del pasado. Un amontonamiento de estudiantes, docentes y amantes de la lectura apretujados en los horarios centrales de la muestra compartiendo el espacio, el aire, ese aliento tan nuestro. Los libros carísimos, poca venta y caras largas de las editoriales. Salimos del COVID, pero se navega en otra crisis. Y eso destaca el informe.

Con la presentación de Agustín Salvia, titular del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina, junto a Santiago Poy y Jesica Pla (ambos investigadores del Conicet), se debatió alrededor del informe “La Sociedad argentina en la postpandemia”. Los efectos complejos y enredados de un mundo nuevo con peores desenlaces para la mayoría de la población de nuestro país.

“El libro intenta hacer una radiografía del impacto de la pandemia COVID-19 sobre la estructura social y el mercado de trabajo urbano y sobre múltiples relaciones sociales y humanas que se desarrollan en el mundo del trabajo, en la vida reproductiva y en los procesos de movilidad social. Analiza el impacto que tuvo la pandemia y ofrece una mirada sobre las consecuencias que tuvo ese golpe”, dice Salvia.

– ¿Y qué consecuencias destaca de ese impacto?

– Debemos debatir sus consecuencias porque la discusión si salíamos mejores o peores de la pandemia está claramente indicado; hemos salido peores. Y uno lo podría señalar en términos de explicarlo, o explicar esto en términos de los factores económicos y políticos que han atravesado la Argentina de la pandemia y de la postpandemia, pero también incluso recuperando todos los antecedentes de una Argentina en crisis ya previo a la pandemia.

–Nuestro país estaba mal antes de la pandemia eso es cierto.

– Si. Lo más importante que queremos señalar en este debate es que efectivamente no salimos mejores. Y además agregar cuáles han sido las marcas que ha dejado el contexto de pandemia en materia de la estructura social argentina.

–¿Cuál destaca usted?

– Somos una sociedad que tiene un mercado de trabajo más precarizado, más segmentado, con mayores desigualdades sociales en materia de acceso a empleos de calidad y a ingresos. Tenemos una sociedad más empobrecida, sobre todo clases medias que perdieron sus modos de inclusión social y han caído en una situación de pobreza a pesar de ser trabajadores plenos o regulares en distintos mercados de trabajo, sea como asalariados o no asalariados. Es una sociedad también más segmentada en materia de movilidad social.

–La desigualdad del tiempo de la pandemia donde el que tuvo recursos sacó más ventajas aún.

–Los que están abajo tienen muchas menos chances de moverse y los que están en el medio difícilmente puedan ascender y los que están arriba tienen pocas posibilidades de caer, es una sociedad menos dinámica, menos flexible, menos democrática en cuanto a oportunidades de movilidad social. Tiene muchos más trabajadores pobres que son gente, trabajadores o fuerza de trabajo con calificaciones que no logran acceder a una remuneración. Por efecto de la inflación uno podría tener también como factor no el COVID o la pandemia, sino como efecto de políticas que fueron excesivas en materia de gasto público y que produjeron este desborde inflacionario. Y también En el trabajo doméstico reproductivo de la familia, los varones participaron más, pero esto volvió a un ciclo no necesariamente más equilibrado y más democrático de convivencia.

– Otro punto clave y visible es el desigual acceso a las redes digitales.

–Claro. En fin, esas brechas digitales. Clases sociales más marcadas, pero también con brechas digitales en términos de acceso a la información y al uso que se le da a la información, es otro dato que destaca en este informe; cómo ha quedado la Argentina postpandemia y cuáles son sus futuros posibles en materia de desarrollo social.

–En el informe destacan tres momentos. Tres tiempos dentro del proceso de la post pandemia.

– Así como en la física se sabe que el tiempo es relativo, en las ciencias sociales sabemos que el tiempo es plural. Y que detrás de cada momento y proceso social hay tres tiempos. Por una parte, dominan o parecen dominar el imperio de los acontecimientos, de los momentos, y la pandemia fue eso, el imperio de acontecimientos y momentos muy cruciales que produjeron crisis muy profundas. La pregunta sobre eso es qué marcas dejaron, qué efectos y qué consecuencias tuvieron sobre la historia social o el proceso social que ya venía desarrollándose en la Argentina. Hay un segundo tiempo dentro de ese tiempo popular que es el tiempo de las mareas, de las coyunturas. Y los acontecimientos que ocurrieron en el COVID y post-COVID, uno cabría preguntarse a qué ciclo pertenecen.

–¿Ustedes en el informe tienen en cuenta el tiempo previo a la pandemia, la crisis que se arrastraba?

–Si. Claro. Y eso parece que pertenecen a un ciclo en donde la Argentina ya venía en una dinámica de decadencia, una dinámica de empobrecimiento, de deterioro, de recesión, de fuerte y creciente inflación, que el COVID y la pandemia parecen haber desbordado, estallado, pero que la post pandemia no lo resolvió porque no se podía volver atrás, porque había un tiempo de las mareas que hace que las cosas suban o bajen independientemente de los acontecimientos.

–¿El tercer tiempo cuál es?

–Ese tercer tiempo sobre el cual cabría hacer reflexiones de este tipo es sobre los grandes ritmos. Y los grandes ritmos que organizan la vida social de la Argentina, quizás estén dando pistas el evento de la pandemia y de la post pandemia, en que estemos al borde de un cambio de un ciclo largo de la historia argentina.

–Es fuerte eso. Un cambio estructural puede demandar muchas consecuencias.

–Si. Hay procesos que se saturan, no solamente en términos económicos, sociales, por aumento de la pobreza, por las clases medias que caen en la pobreza, sino también porque la política no responde a esas demandas sociales, porque se aleja cada vez más el sistema político y el discurso político de las necesidades de la gente. Marca una crisis que no es el COVID lo que produjo la crisis, sino que ya estaba subyacente la crisis en la Argentina y el COVID viene a agravar esa dinámica, pero también... Y el post-COVID, incluso en contexto de recuperación económica y de baja tasa de empleo, no logra resolver, no logra volver atrás, y que enfrentamos justamente que la salida hacia adelante va a implicar un cambio, un cambio muy profundo, un cambio importante en materia económica, en materia social, pero fundamentalmente como clave o pieza para esa transformación, un cambio político. Creo que discutir hoy la sociedad argentina en la postpandemia es discutir justamente de ese cambio futuro, de ese cambio político, económico y social posible. Necesario, diría, que se viene en un contexto de una crisis estructural de un ciclo largo de la historia argentina que no da para más.