El servicio de agua potable costará un 80% más caro en comparación con la tarifa del 2022. Mediante una resolución del ministerio de Infraestructura de Santa Fe, la empresa estatal que explota el servicio quedó autorizada a aplicar el aumento de forma escalonada.

El pedido formal de la empresa había sido aplicar esa suba cercana al 100 por ciento de una vez o, a lo sumo, dividirla en dos tramos del 40%. Esto se debatió intensamente en audiencias públicas, que se tienen que realizar por ley pero no son vinculantes.

Pese a los encendidos discursos y rechazos de distintos espacios políticos y asociaciones vinculadas a la defensa de consumidores, los planteos no se tuvieron en consideración y el gobierno provincial autorizó la suba solicitada.

Lo único que sí se tuvo en consideración por parte del Ejecutivo fue el reporte realizado por el Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Enress), que preside el ex ministro de Seguridad, Jorge Lagna. El dictamen advertía que la suba solicitada no respetaba el criterio de racionalidad ni se tenía en cuenta la evolución de los salarios.

Como alternativas desde el Enress solicitaban que se aplique un aumento menor o que se sume un mayor escalonamiento a la suba de la tarifa. Esto último fue lo único que tuvo en consideración el ministerio de Infraestructura que autorizó a Aguas a subir el valor de su servicio en un 80% pero en tres tramos:

40% a partir del tercer bimestre; 30% en el cuarto bimestre y el 10% restante en el bimestre cinco. Cabe remarcar que este aumento escalonado hará que la suba real sea superior al 80 por ciento solicitada y sobre fin de año el incremento ronde el 100%.