La pandemia por coronavirus disparó infinidad de historias cruzadas por un evento mundial que propagó sorpresa, curiosidad e incertidumbre, entre otras múltiples sensaciones. “Me deseaste la covid”, la novela de Guillermo Morales (es su tercer libro luego de "Cuentos para no irse a dormir;" y "La Vie en Rose, mitos, cuentos y leyendas desde Pichincha"), ilustrada por la artista Noëlle Lieber, ya está a la venta en librerías de la ciudad, narra una de esas experiencias personales que quedarán imborrables a través del tiempo, vinculada a un hecho tan inédito como expansivo: la multiplicación geométrica de un virus a lo largo y ancho del mundo que cambió en horas, la vida de todos.

“El jueves 19 de marzo del año 2020 cerré la oficina de seguros con el rumor en el ambiente sobre que, al finalizar el discurso que el presidente Alberto Fernández daría esa noche, se decretaría una cuarentena total, estricta y obligatoria. Llegué a mi departamento, abrí una cerveza y esperé la cadena nacional. En ese mismo momento se me ocurrió enviar un mensaje a mi amigo Leo para avisarle que, si eso sucedía, me iría a su hostel lo que durara el encierro; algo que, al cabo de dos latas de medio litro, sucedió. Armé un pequeño bolso, tomé la guitarra, la compu, llamé al taxi 4555555 y me fui rumbo al Hostel Point.”

De este modo empieza la novela que nos va llevando por la historia personal de su autor y que bien podría ser la de cualquier lector que, enterado del comienzo del confinamiento obligatorio, decide no aislarse en la soledad de su departamento. Pero el hostel de su amigo, en la ciudad de Rosario, no está vacío; hay huéspedes que quedaron allí varados y tejerán, junto al protagonista una sucesión de anécdotas y estados de ánimo variables e imprevisibles.

Las historias de vida se entrecruzan y desnudan complejas realidades: Pablo, desocupado al que le robaron el DNI y no puede tramitar el Ingreso Federal de Emergencia (IFE); la turista que denunció faltante de dólares; la correntina futbolista y su estafa piramidal y Asdrúval, un runner que corría por dentro de la casa en forma casi permanente. Y a través de la tele, los que burlaban los controles, salían a la calle igual y se enfrentaban con la policía vecinal, primero y con la real, después. Un escenario surrealista que también da paso en el libro, a la narrativa de ficción, el humor y la fantasía.

“Este libro fue escrito en el devenir de los tiempos pandémicos, entre protocolos, alcohol en gel, distanciamiento, barbijo y el avance las olas hasta llegar a la tercera en el año 2022. Fue desarrollándose mientras se iban tomando las distintas medidas sanitarias y las mismas repercutían en la población, en este caso tomando como eje a la Argentina, y a la ciudad de Rosario en particular, pero sin dejar de ser un texto universal”, explica el autor, en diálogo con el programa “A la vuelta” (Radio 2).

Y agrega: “Es una novela con ritmo punk, una foto de época que no pretende sentar postura ni juzgar cómo las personas hemos decodificado los hechos y la información en función de nuestros sentimientos y realidades. Sólo una convicción férrea quiero dejar de forma expresa: La covid no se le desea a nadie, maestro”, concluye Morales.