Alberto Fernández recibió la primera dosis de la vacuna rusa contra el coronavirus y la noticia se hizo viral. La licenciada en enfermería que lo vacunó, Marcela Yanni, habló en Radio 2 y dio detalles del particular momento.
“Estoy sorprendida de que me haya tocado, es una circunstancia inolvidable. Hay que disfrutarlo, es parte del trabajo. No nos pasa esto todos los días. Es genial lo que nos tocó vivir hoy”, dijo en el programa Pegando la vuelta.
Marcela Yanni tiene 45 años y trabaja en el Hospital Nacional Posadas desde hace 20: “Estuve desde que ingresé en neonatología y el año pasado me pasé al vacunatorio”, contó.
La enfermera describió cómo fue el trato con el mandatario en el hospital: “Es una persona muy desestructurada y fue muy amena la situación. Vino preparado para la situación, en remera”, dijo.
Y agregó: “Cuando llegó le hice una broma. Le pregunté si había sacado turno para vacunarse”.
Sobre la particular experiencia de vacunar a un presidente en pandemia, agregó: “Le conté como una formalidad cuáles eran los posibles efectos adversos de la vacuna y le hice un chiste. Le dije que ahora puede decir: «Covid, no te tenemos miedo»".
Además, fue consultada respecto de si estaban avisados de que iría el presidente: “Nosotros no sabíamos que iba a venir, nos enteramos dos horas antes”, confesó.
Yanni indicó que durante la pandemia estuvieron trabajando con el 50 por ciento del personal por diversos motivos: algunos contagiados y/o aislados por coronavirus, hubo bajas por licencias y hasta tuvieron compañeros fallecidos por el virus.
“Ahora estamos un poquito más tranquilos con la llegada de las vacunas, tenemos un futuro un poco más esperanzador”.
El presidente se vacunó en el Posadas porque fue allí donde se inició la vacunación en Argentina, además es el único hospital de dependencia enteramente nacional.
Finalmente, a aquellos que no creen en la vacuna o que desconfían del laboratorio ruso, Yanni expresó que “les preguntaría si recibieron otras vacunas y si saben de qué países vienen o si leyeron cuáles son los efectos adversos de esas otras vacunas”.
Y cerró: “Hay que confiar en la ciencia. Estuvimos expuestos a una balacera sin chalecos. Ahora tenemos los chalecos para usarlos. Yo me vacuné y no me hizo nada. Acá ya vacunamos a 1.500 personas y no tenemos a una sola que haya tenido efectos de gravedad.
