Alberto Fernández insiste por estas horas en su estrategia de desacreditar a su exmujer Fabiola Yañez en la causa por violencia de género en la que el expresidente es investigado desde el mes pasado.

Fernández sumó a una nueva testigo, la “testigo B”, que manifestó ante un escribano que Yañez estaba desequilibrada, tenían problemas por el consumo excesivo de alcohol, se golpeaba en estado de ebriedad y mantenía relaciones a escondidas con otros hombres mientras vivía en la quinta de Olivos.

La nueva testigo es una mujer que habría conocido a Yañez durante la campaña presidencial de 2019 y con quien habría trabado una amistad. Su declaración es la quinta que busca acercar Fernández al expediente a través de manifestaciones ante un escribano público. En este caso, son dichos que todavía no constan en la causa que llevan adelante el juez Julián Ercolini y el fiscal Ramiro González.

Esta vez, al supuesto alcoholismo y desequilibrio emocional de Yañez, la testigo, anónima por ahora, añadió la versión de que la ex primera dama le habría sido infiel a Fernández con otros hombres durante sus viajes a Misiones e incluso en el departamento de Puerto Madero.

La testigo hace hincapié en el consumo problemático de alcohol de Yañez y en los conflictos que eso habría generado en la relación de la expareja presidencial. El del alcoholismo fue un problema que la propia Yañez contó que padecía en su declaración como testigo en la causa.

El nuevo testimonio se conoce apenas horas después que Tamara, una de las hermanas de Yañez, declarara este lunes en la fiscalía y asegurara que vio al exmandatario zamarreando a la entonces primera dama en la residencia de Olivos.

“La mayor cantidad de consumo era de champagne, todas nosotras –y hasta familiares– le llevábamos alcohol a pedido de ella”, declaró la “testigo B”.

“Lo que más me llamaba la atención es que con dos copas su conducta cambiaba rotundamente”, manifestó, y dijo que Yañez “seguía tomando hasta tres o cuatro botellas”.

“Ella perdía la noción de tiempo y espacio, y se quedaba despierta hasta el otro día”, dijo la mujer. “Alberto no la dejaba tomar e intentaba ayudarla en su adicción, pero era imposible”, agregó.

En su declaración, la mujer sostuvo que “como Alberto no le permitía tomar, ella intentaba tomar sin que él se enterara”, pero contó que él se enteraba por los audios que ella le mandaba por WhatsApp. “Esta situación se repetía constantemente hasta que un día Alberto la contactó a altas horas de la madrugada porque no volvía a Olivos. En ese momento ella le mintió y le dijo que estaba en la cena de Florencia Pacchi, pero en realidad estaba conmigo en el departamento de un conocido mío y Alberto decidió sacarle la custodia y prohibirle el ingreso a Olivos. Ese día, Fabiola estaba alcoholizada y le contestó muy violentamente y se produjo una discusión”. La “testigo B” menciona como Florencia a Sofía Pacchi, examiga de Yañez y una de las testigos que deberá declarar en los próximos días.

“A la semana de eso, a través de Daniel Rodríguez (exintendente de Olivos, hombre de confianza de Fernández y quien ya declaró en la causa) que ofició de componedor, logró que Alberto la perdonara. Ella quería volver con Alberto y le pedía a Daniel que lo ayude con Alberto”, completó la mujer.

En reiteradas ocasiones, la “testigo B” apuntó a “golpes” y “caídas” de Yañez en estado de ebriedad, uno de los puntos que la defensa busca sostener como el posible origen de los moretones que mostró la ex primera dama en una serie de imágenes. “Un día borracha se cayó a la ligustrina cuando estábamos en el quincho”, describió.

La mujer también relató que Yañez le habría mostrado “los chats de Alberto, mensajeándose con otras mujeres y también un solo video que ya se hizo público en la televisión con Tamara Petinatto”, en referencia a la serie de videos que se conocieron el mes pasado en el que se ve una situación de intimidad entre la panelista y el exmandatario en el despacho presidencial.

En otro de los tramos, la mujer apunta a presuntas relaciones extramatrimoniales de Yañez, nombra a dos personas y ahonda en detalles.

“Ella me contaba que Alberto no tenía plata, que era un seco, pero que lo único que tenía era poder. Lo trataba de viejo pelotudo que ni siquiera servía para robar”, dijo la nueva testigo de Fernández, que aseguró que Yañez “estaba separada de Alberto, pero cuando Cristina Fernández de Kirchner le ofreció ser candidato a presidente, llegaron a un acuerdo para volver y ser primera dama”.

Con respecto a esta supuesta doble vida de Fabiola, la “testigo B” dijo que la ex primera dama “comenzó a usar los viajes para encontrarse con otros hombres”. Precisó que “esto generalmente sucedía en Misiones” y que “el invitado de Fabiola se quedaba a dormir en la misma habitación que ella”.

“Esto se producía en un quincho que generalmente alquilaba. La pantalla se hacía con toda su familia y amigos, para que la custodia no se diera cuenta”, dijo. Aludió a “un tal Marcelo” y a alguien que identificó como “Juan Manuel Orlando”, “ambos conocidos” de la “testigo B”, según su relato.

“Este Marcelo volvió en el avión presidencial y la pantalla era que mantenía una relación con Florencia Fernández. Con ambos señores presencié besos y una relación como de pareja. Desayunaban juntos, se agarraban de la mano”, dice el acta del escribano. Para que el testimonio sea válido en la Justicia deberá convertirse en una declaración ante el fiscal bajo juramento.

La testigo dijo que le pedía fotos de su trabajo social para justificar sus viajes en pandemia a Misiones. “Utilizaba eso para poder sortear los ataques de la prensa por sus vuelos”, dijo.

También dijo que Yañez, mientras estaba en pareja con Fernández, retomó una relación con un exnovio al que supuestamente veía en lo de un amigo de las dos y en el departamento de Puerto Madero, mientras a Fernández le decía que estaba “en la peluquería”.